Hay “nubarrones en el horizonte”, dijo el número dos del ejecutivo estadounidense, que calificó al régimen comunista de Corea del Norte de “amenaza más peligrosa y urgente para la paz y la seguridad en Asia Pacífico”.

Pence hizo estas declaraciones en Japón, donde realiza una visita de dos días después de haber pasado por Corea del Sur y en particular por su frontera con Corea del Norte, en plena tensión con Estados Unidos por la probabilidad de que Pyongyang esté preparando su sexto ensayo nuclear.

El viceministro de Exteriores norcoreano, Han Song-Ryol, aseguró el martes a la BBC que el ritmo de ensayos balísticos se iba a acelerar. “Vamos a llevar a cabo más ensayos de misiles semanalmente, mensualmente y anualmente”.

Frente a la actitud de la comunidad internacional, que considera estos ensayos una provocación y una violación de las resoluciones de la ONU, Pence ya advirtió hace unos días que “todas las opciones están sobre la mesa”.

“Derrotaremos cualquier ataque y reaccionaremos al uso de cualquier arma convencional o nuclear con una respuesta arrolladora”, aseguró, citando la “determinación del presidente Trump y de las fuerzas armadas de Estados Unidos”.

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Relaciones delicadas con Pekín

Esta retórica de guerra preocupa a Corea del Sur y Japón, vecinos del régimen de Pyongyang.

El martes el presidente japonés, Shinzo Abe, pidió favorecer la vía diplomática y pacífica, un diálogo que tendrá que pasar forzosamente por China, como reconoció Trump, poniendo en sordina sus críticas a la política económica de Pekín.

“¿Qué tendría que hacer? ¿Lanzar una guerra comercial contra China mientras [el presidente chino Xi Jinping] trabaja en un problema claramente más grande, en Corea de Norte?” se preguntó el presidente en una entrevista difundida el martes por la cadena estadounidense Fox News.

Estas declaraciones suponen un cambio de actitud del presidente estadounidense, que hace algunos días todavía aseguraba querer resolver solo la cuestión nuclear norcoreana si Pekín no lograba controlar a su turbulento vecino.

A bordo del portaaviones Ronald Reagan, Pence intentó en paralelo tranquilizar a sus aliados en la región sobre la vigencia de los acuerdos de defensa mutua y sobre el compromiso de Estados Unidos con Corea del Sur y Japón en otros problemas regionales.

Las alianzas son “inquebrantables”, afirmó, explicando, en una referencia velada a China, que el acuerdo de defensa con Tokio incluye “todo el territorio administrado por Japón, incluyendo las islas Senkaku”.

Este pequeño archipiélago está controlado por Japón pero China lo reclama como propio bajo la apelación de islas Diaoyu.

Pence aseguró que Estados Unidos defendería también la libertad de navegación en el mar de la China Meridional y prometió desplegar más medios militares en Asia Pacífico.

Actualmente hay unos 47.000 soldados estadounidenses en Japón y otros 28.000 en Corea del Sur.

La gira asiática de Mike Pence, prevista desde hacía tiempo, empezó el domingo en Corea del Sur, un día después de un espectacular desfile militar en Pyongyang en el que se exhibieron unos sesenta misiles, entre ellos el que podría ser un nuevo modelo de alcance intercontinental.

Con AFP

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