Dear Prudence es el seudónimo de una mujer que da consejos en el portal Slate. Allí llegó una misiva interesante de una mujer estadounidense de raza blanca con cuyo esposo está tratando de adoptar un niño.
La lectora dice que han pensado en adoptar un niño ‘no blanco’ (asiático, negro, latino, etc.), pero la preocupación de la mujer es que su familia (tíos, abuelos, padres) son muy racistas. “¿Debería adoptar un niño de otra raza para enseñarles una lección y que aprendan a amar a una criatura no necesariamente blanca, como ellos?”.
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La respuesta Dear Prudence es que adoptar por esas razones no es correcto, porque sería como usar al niño para ‘educar’ a un grupo de personas sobre la inclusión y la tolerancia, lo cual no sería justo para el adoptado.
Sin embargo, si la razón es adoptar para amarlo, entonces sí.
“El enfoque debería ser, si adopta a un niño de diferente raza, protegerlo del fanatismo y no exponerlo como el ‘arreglatodo’ para el antirracismo”.
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