El curioso incidente se presentó en un centro educativo en Escocia en donde Ava Bell, hija del escritor Gavin Bell (Mason Cross), observó que su profesora se había excedido en la aplicación de un castigo que terminó por afectar a niños inocentes, informa BBC Mundo.

La menor aprovechó un espacio en un mural en el que los estudiantes suelen sugerir cosas en las que los educadores pueden mejorar, para escribir lo siguiente:

“No debería (la profesora) usar el castigo colectivo, puesto que no es justo para todas las personas que no lo hicieron y bajo los Convenios de Ginebra (sic) de 1949 es un crimen de guerra”.

Su padre registró la curiosa nota estudiantil y la posteó en su cuenta de Twitter en donde ha recibido innumerables notas de apoyo, pero también sentidas críticas porque estaría usando a su hija para lograr un número grande de nuevos seguidores y contenido compartido.

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La BBC dice que la profesora se ha tomado con gracia el comentario de la niña, mientras que Cross ha negado que se trate de una campaña de popularidad para promocionar su obra. Pero de todas formas aseguró, dice ese medio británico, que al principio no supo cómo reaccionar.

“No estoy seguro si debo castigarla o comprarle un helado”, comentó en Twitter. No obstante, un espontáneo sugirió a Cross que invitara a su hija a una seguidilla de helados durante un año para recompensar la agudeza con la que asimiló un tema de la clase en un asunto cotidiano.

Los Convenios de Ginebra se firmaron en 1949 justo después de la Segunda Guerra Mundial y se suscribieron con el propósito de proteger a las víctimas de conflictos armados. La niña hacía referencia al trato humano para los prisioneros de guerra (en este caso los estudiantes) que están en poder de una potencia enemiga (la profesora).

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