En su intervención, Maduro aseguró que “Venezuela no reconoce nada de lo que salga de la Organización de Estados Americanos (OEA)”. Además, sentenció que, si en algún momento se toma alguna decisión en contra del país, “se revelarían”.

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También dijo que la única forma que hay para que su país regrese a la OEA es que “Luis Almagro renuncie y haya una reestructuración”. Sin embargo, esto no es garantía de que Venezuela vuelva al organismo internacional, aclaró.

De igual manera, el dictador celebró que durante la última Asamblea General de la OEA, el pasado miércoles, no se consiguieran la cantidad de votos necesarios para una denominada “sesión de consulta” (hubo 20 y se requerían 23) que pretendía abordar la crisis que vive Venezuela desde hace más de 2 meses.

Esta sesión que se dio en Cancún (México), y era la segunda reunión de cancilleres luego de la celebrada el pasado 31 de mayo en Washington, la cual debió suspenderse luego de 5 horas, al ver que no había acuerdo posible entre las dos propuestas de declaración presentadas.

El canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, luego de la reunión en el balneario azteca, propuso la continuación “en una fecha por determinar”, ya que considera que hay que continuar con el diálogo para tratar de generar un consenso.