Dadas las circunstancias especiales de la región, los organismos de socorro no han tenido acceso al lugar del siniestro en la cordillera Zagros, en el sur de la provincia central de Isfahán, suroeste del país. El accidente se debió a las malas condiciones climatológicas, que están dificultando también las operaciones de búsqueda.

En el avión viajaban 60 pasajeros, entre los que hay un niño, y seis tripulantes (dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad).

El avión, un ATR-72 de más de veinte años de antigüedad, despegó del aeropuerto Mehrabad de Teherán a las 8.00 hora local con destino a la ciudad de Yasuy (sudoeste), y desapareció del radar unos 50 minutos después. Se cree que el ATR-72 chocó contra la cima de la montaña Dena, cerca de la localidad de Samirom.

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Los servicios de emergencia informaron en un primer momento que debido a la orografía del terreno era imposible enviar ambulancias y que habían desplazado a la zona helicópteros.

Sin embargo, el temporal de lluvia, niebla y viento no permitió a los helicópteros aterrizar, por lo que una veintena de equipos de socorro procedentes de tres provincias comenzaron a acercarse por tierra.

El portavoz de Emergencia de Irán, Moytaba Jaledí, confirmó a la televisión estatal que “aún no han avistado” los restos del avión. Para ayudar en la búsqueda, las autoridades tienen previsto asimismo enviar un avión no tripulado o dron.

El presidente Rohaní encargó al ministro de Carreteras, Abas Ajundí, que realice un informe de las causas del accidente lo antes posible, aunque todo apunta a las malas condiciones climatológicas, como señaló el portavoz de Aseman.

Según la agencia Fars, el comandante del avión siniestrado, Hoyatolá Fulad, tuvo hace unos años un problema técnico casualmente con el mismo modelo de avión y en un vuelo que cubría también la ruta Yasuy-Teherán, pero logró realizar con éxito un aterrizaje de emergencia.

Los responsables de aviación civil han negado que el avión siniestrado hoy sufriera problemas técnicos, después de que se publicaran algunas informaciones sobre un fallo en ese aparato registrado durante un vuelo el pasado 25 de enero.

Este avión es un modelo antiguo del fabricante franco-italiano ATR, líder mundial en la producción de aviones turbohélice con capacidad de hasta 90 pasajeros.

La aerolínea Aseman fue incluida el pasado 30 de noviembre en la lista negra de la Comisión Europea de 178 compañías que tienen prohibido operar en la Unión Europea.

La flota aérea iraní está obsoleta debido a años de sanciones internacionales, que impedían a Irán comprar aviones nuevos de fabricantes occidentales o piezas de recambio.

Este embargo llegó no obstante a su fin con la firma del acuerdo nuclear entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015, que limita el programa atómico de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones.

Desde entonces, las aerolíneas iraníes han firmado varios acuerdos de compra de cientos de aviones con los fabricantes Airbus, Boeing y ATR con el objetivo de renovar su flota.

Con EFE y AFP.