El hombre, residente en Takamatsu, tardó 11 años en obtener la licenciatura en arte y diseño de manos de la Universidad de Kioto. Sus estudios, que comenzó a los 85 años, los hizo por correspondencia motivado por su afición a la alfarería tradicional japonesa.

“Estoy muy contento. Aprender es divertido a cualquier edad”, afirmó el japonés que tiene la edad exacta de 96 años y 200 días.

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Hirata, nacido en Hiroshima el 1 de septiembre de 1919, estuvo en la marina nipona durante la II Guerra Mundial y tras el fin de la contienda trabajó en un hospital de Takamatsu como celador hasta su jubilación, en la década de los ochenta.

“Mi siguiente objetivo es vivir hasta los 100 años. Si para entonces aún estoy en buena forma, me plantearé enrolarme en estudios de posgrado”, cuenta entre risas Hirata, que tiene dos hijos, cinco nietos y cuatro bisnietos.

EFE

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