Esta frase del antiguo jefe de prensa de Donald Trump, citada en un artículo de The Week, lo dice todo: “Hace casi un año, recién posesionado de mi cargo de relacionista público para Trump, me dijeron que la meta era sacar ‘al Donald’ de Segundo en la cuenta para delegado. Nada más allá”.

También le puede interesar:

La nota de The Week analiza algunas evidencias que dan cuenta de que al ‘bocón’ precandidato no le importa ganarse la candidatura del partido republicano y por ende competir codo a codo por la Casa Blanca:

– La naturaleza poco convencional de su campaña: se nutre de la publicidad y el cubrimiento gratuito en medios de comunicación, es autofinanciada y los desmanes verbales parecen ser movidas calculadas de negligencia y malas prácticas. “Es como si quisiera que la gira terminara, y pronto”, reza el artículo.

–  La campaña está diseñada para no pagar por lo que se puede obtener gratis y por ello podría estar ‘durmiéndose en los laureles’.

– Lleva varias semanas de descanso de su ritmo acostumbrado de campaña, mientras que su más cercano rival Ted Cruz está con las botas puestas en la plaza pública.

– En lugar de reforzar su campaña y aprovechar la ventaja, Trump anda amenazando a todos con demandarlos y anda diciendo que no adherirá a quien salga de candidato, en caso de que no sea él.

– Ha cambiado el discurso de establecer políticas de inmigración fuertes y ha suavizado otros temas, en clara referencia a que lo único que quería era demostrar que le podía ganar a los otros 17 candidatos que comenzaron al principio de la campaña.

– Su campaña no tiene principios. Solo se basa en que como ha financiado su propia campaña no le deberá favores políticos a nadie.

– “Su candidatura fue una candidatura de protesta”, dice su exjefe de comunicaciones.

Temas relacionados:

LO ÚLTIMO