“Vengo a presentar para candidato a presidente a José Daniel Ortega Saavedra y candidata a vicepresidenta a Rosario María Murillo Zambrana”, anunció el asesor legal del partido sandinista, Edwin Castro.

Ortega y Murillo encabezarán la fórmula presidencial de la alianza “Nicaragua Unida Triunfa”, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) en las elecciones presidenciales y legislativas del 6 de noviembre próximo.

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Aprovechando la popularidad con que el exguerrillero aún cuenta, se ha tomado ciertas libertades, dignas de cualquier dictador y que incluso harían avergonzar a Anastasio Somoza, el tirano que gobernó ese país durante 44 años.

  1. Nepostismo: la postulación de la primera dama sentará, según la oposición, las bases de una dinastía familiar en Nicaragua.

Ortega, de 70 años, y Murillo, de 65 años, llenan los requisitos legales para postular los altos cargos, pero se ‘olvidan’ de que son marido y mujer.

  1. Acabó con la oposición: Ortega, quien según las encuestas goza de una alta popularidad, busca ganar en noviembre su tercer mandato sucesivo y cuarto desde la revolución que encabezó de 1979 a 1990.

Se perfila como el único candidato fuerte para disputar la presidencia, luego que la principal fuerza de la oposición fuera excluida de las elecciones mediante una maniobra judicial.

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) despojó el pasado 8 de junio al líder opositor Eduardo Montealegre de la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI, derecha), que en los comicios del 2011 se constituyó como segunda fuerza política.

  1. Control sobre la Corte: La Corte, controlada por jueces sandinistas, nombró a un político desconocido vinculado al oficialismo, Pedro Reyes, quien desintegró la coalición opositora que el PLI pretendía encabezar para frenar los planes de reelección de Ortega.

El fallo también dejó sin oportunidades políticas a la disidencia sandinista, uno de los más férreos críticos del gobierno de Ortega, que formaban parte del anterior PLI, luego que el tribunal electoral les quitara en 2008 su personería jurídica.

  1. Popularidad ‘a la brava’: luego de barrer con la oposición, la contienda electoral se dirimirá entre la alianza del FSLN y 6 pequeñas agrupaciones de derecha que no pasan del 6% de adhesión en las encuestas.
  2. Corrupción: entre los grupos que quieren continuar con el poder se destaca el Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha), que dirige el expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002), cuestionado por corrupción, quien en 2000 pactó una controversial reforma constitucional con el partido de Ortega, entonces en la oposición.

La reforma de 2000 permitió al FSLN asumir gradualmente en los últimos años el control de los altos cargos de dirección estatal que son nombrados por el Parlamento.

También participan en los comicios el PLI reformado por Reyes, el Partido Conservador (PC, derecha) y Alianza por la República (APRE, derecha), entre otros, que son tildados por la oposición como grupos “satélites” del gobierno.

  1. Falta de escrúpulos: según la oposición, con la postulación de Murillo a la vicepresidencia, Ortega busca garantizar la sucesión familiar en el poder, similar a la dinastía de la familia Somoza que gobernó Nicaragua durante casi medio siglo hasta su derrocamiento en 1979.

“Es una pareja delirante con una desmedida ambición por el poder y de riqueza, sin el más mínimo escrúpulo”, opinó la socióloga, periodista y disidente sandinista Sofía Montenegro.

“Está pasando algo parecido a la dictadura de Somoza”, afirmó la exguerrillera y disidente sandinista, Dora María Téllez, quien opina que al conceder a Murillo “más poder” se acentuarán los problemas en la gestión pública, debido a las arbitrariedades que endilga a la primera dama.

  1. Descaro: Murillo defendió su designación como un derecho conquistado por las mujeres: “Lo que hacemos nosotras las mujeres que tenemos la posibilidad de incidir más es trabajar para que haya más liderazgo real de nosotras en todos los campos”, argumentó la actual primera dama tras su postulación, lo cual oculta el descaro de aspirar a ser vicepresidenta de su marido.

Con información de AFP

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