El vicepresidente Tareck El Aissami anunció que el descanso se extenderá al lunes, martes y miércoles próximos en las instituciones del Estado.

El Aissami aclaró que se mantendrán operativos los organismos que prestan servicios de primera necesidad, como los hospitales.

Una medida similar se aplicó en 2016, cuando prácticamente todo el país fue sometido a un racionamiento por la sequía en las centrales hidroeléctricas.

La ampliación del feriado complementa un plan de cortes de electricidad programados de 4 horas diarias, que se inició el pasado 15 de marzo en 5 estados donde se venían presentando apagones intempestivos.

El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, aseguró que esas suspensiones se deben al descenso de las represas.

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“De los 1.100 megavatios que deberíamos estar generando, solo estamos generando 150”, sostuvo.

Las fallas en la prestación del servicio son constantes en el país. Varios sectores de Caracas y siete estados se quedaron sin energía el 2 y 6 de febrero.

Esta situación ha afectado a centros médicos, donde al menos nueve personas murieron desde febrero al no poder tratarse complicaciones por cortes súbitos, según denuncias de familiares y líderes opositores.

Una prolongada sequía en 2016 obligó a aplicar un racionamiento en casi todo el país durante cinco meses, al punto que la jornada laboral del sector público se redujo a dos días.

Ese año los servidores estatales tampoco trabajaron durante toda la Semana Santa.

El gobierno también achaca los problemas en el suministro a sabotajes de la oposición contra la infraestructura eléctrica, pero sus adversarios los atribuyen a la corrupción y negligencia de las autoridades.

AFP