Estas personas carecen de domicilio personal, y viven en la calle o en centros de acogida. La encargada de recopilar las estadísticas es la Federación Europea de Asociaciones Nacionales (FEANTSA) y la Fundación Abbé-Pierre.

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El número de sin techo aumentó en la mayoría de países europeos y estalló en Alemania (+150 % entre 2014 y 2016, donde llegó a 860.000), y en Irlanda (+145 % entre 2014 y 2017, hasta 8.857).

Entre los países europeos, solo Finlandia y Noruega han logrado bajar el número de personas sin hogar. Finlandia logró una caída de 18 % gracias a una política que considera a la vivienda como un derecho fundamental y no como “un problema social inevitable” vinculado con problemas personales, explican ambas asociaciones.

En los otros países europeos, en los que las cifras están en alza, el informe subraya la ausencia de una política global de lucha contra este fenómeno, la explosión del precio de la vivienda y el aumento de las desigualdades.

AFP