La renuncia de Carlo Tavecchio se produjo después de que la federación destituyera el pasado miércoles al seleccionador Gian Piero Ventura y anunciara que otras decisiones se tomarían en el Consejo de la Federación de este lunes.

El ya exmandatario empezó su reunión y dejó su cargo tras una conversación que duró poco más de 20 minutos.

Tavecchio pagó el histórico fracaso de la selección italiana, que solo se había perdido el Mundial en 1958 y en 1930.

En rueda de prensa, el directivo aprovechó para rechazar todo tipo de acusaciones sobre su gestión deportiva:

“Dimití. Y como mero acto político pedí al Consejo de la Federación que hiciera lo mismo. Nadie lo hizo, así que solo se ha producido mi dimisión. Creo que hemos llegado a un punto de especulación que ha alcanzado límites imposibles”

En su opinión, está pagando por errores que no ha cometido, como la elección del destituido seleccionador, que fue colocado al frente de la ‘azzurra’ por consejo del entrenador de Italia que ganó el Mundial de 2006 Marcello Lippi, según quiso dejar claro Tavecchio en su comparecencia.

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Reconoció que la derrota de Italia contra Suecia, que le cerró las puertas al Mundial de Rusia 2018, le ha dolido como presidente y también a nivel personal, pero lejos de asumir la responsabilidad se afanó en hacer balance de las iniciativas que ha puesto en marcha durante su mandato, que comenzó el 11 de agosto de 2014.

“Hemos activado centros técnicos territoriales, desarrollamos el fútbol femenino. Tenemos un presupuesto que da envidia, hemos preparado balances. (…) Remodelamos (el centro deportivo de) Coverciano, hemos introducido los Árbitros Asistentes de Vídeo (VAR)”, destacó.

En una intervención muy tensa, Tavecchio mostró en varias ocasiones rabia y resentimiento hacia todo el entorno y subrayó que que había preparado un proyecto con una serie de propuestas para el futuro, entre las que incluía contratar a un gran seleccionador.

En los últimos días, el presidente del Comité Olímpico italiano (CONI), Giovanni Malagó, pidió públicamente a Tavecchio que dimitiera para empezar un nuevo proyecto deportivo e intentar levantar el movimiento futbolístico italiano.

Con información de EFE.

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