En medio de la polémica ha quedado la famosa Duquesa de Cambridge que, de prosperar la denuncia que ya entabló la modista inglesa, no se habría casado con un McQueen original, sino con una burda copia.

Pero no es la primera vez que alguien más reclama la autoría del famoso diseño con el que Kate Middleton y William de Inglaterra se casaron el 29 de abril de 2011.

Según dice el portal Vanitatis, “al vestido de la duquesa siempre le ha perseguido la palabra ‘copia’ y recuerda que “muchos lo compararon con el mítico vestido que Grace Kelly lució en su matrimonio con Rainiero de Mónaco” y que en España “se habló de que la creación de Kate era muy parecida a la que había lucido Belén Esteban en su boda con Fran Álvarez”.

Mark Cuthbert Archive : News Photo

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Esos rumores, sin embargo, no pasaron de ser eso. La situación actual es diferente pues la diseñadora afectada está no solo contando un cuento más complejo sino que ya llevó el asunto ante los tribunales alegando “propiedad intelectual”.

Dice Christine Kendall que “el vestido que Kate lució el día de su boda es una creación suya y que la firma Alexander McQueen se apoderó indebidamente de él”.

Explica la mujer que meses antes del sonado matrimonio de Kate y William, ella mandó al mismísimo Palacio de Kensington unos bocetos con varios de sus diseños de vestidos de novia y que “uno de ellos era muy parecido al que meses después Kate llevaría en su boda”, agrega Vanitatis.

El diseño de Christine Kendall

Para probarlo, la diseñadora inglesa ha mostrado su dibujo, aunque tanto los voceros de la casa de McQueen como de la Casa Real Inglesa han asegurado que no sabían de la existencia de dichos bocetos.

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