“En lugar de los trajes típicos que Nike ofrece a la mayoría de las jugadoras a las que les paga para lucir su ropa, la empresa entregó un vestido suelto, liviano, corto, colgante (casi un ‘babydoll’). Es blanco, para cumplir con el código de vestimenta de Wimbledon. Pero no es exactamente ideal para el tenis competitivo, de acuerdo con varias jugadoras”, dijo el periódico ‘The New York Times’.

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Más allá de criticar un diseño de falda particular, la columnista del portal Slate Christina Cauterucci critica el hecho mismo de que las mujeres tengan que usar falda en las canchas de tenis. ¿Por qué no solo pantaloneta como los hombres?

Y es que si el uso de faldas mejorara el desempeño de las deportistas, hace rato que los mismos hombres las estarían usando faldas, plantea otra autora, Eliza Truitt, citada por Cauterucci.

“Truitt llega a la conclusión de que ‘dar un vistazo a los pantis’ es una forma de que las mujeres aumenten su estatus de estrellas y confirmen su valor en un mercado de celebridades que vende tanto su cuerpo como su talento”, dice Cauterucci.

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