El anciano burro llamado Bram vivió sus últimos años en una finca donde viven otros rescatados. Allí, hizo varios amigos que se reunieron frente a su cuerpo el día de su fallecimiento.
Las emotivas imágenes muestran el momento en que los cuidadores lo ubican en el piso y esperan a que el resto lo despida.
La fundadora y cuidadora encargada de los animales habló con el portal The Dodo y dijo:
Bram vivió con nosotros durante año y medio en el que lo cuidamos. Le dimos todos los medicamentos que necesitaba y mucho amor. Pero llegó el día en que no se pudo acostar más por el problema en sus pulmones”.
También dijo que era parte de la manada y todos los otros burros lo respetaban mucho y explicó que el líder de la manada mordió algunas veces el cuerpo, no por agresividad, sino porque deseaba que se despertara y volviera a caminar.
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Además, aseguró que siempre que uno de los animales muere, los otros se acercan a su cuerpo para despedirse y honrar su cuerpo.
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