A principios de este año, la mujer, que es asistente de vuelo entre estos dos países, se hospedó en un hotel ubicado en Buenos Aires y durante su tiempo de descanso decidió recorrer algunas calles de la ciudad, donde un perro callejero empezó a caminar a su lado, informó The Dodo.

Mientras recorrían juntos las calles, Sievers le dio algo de comida y jugó con él, lo que hizo que el perro tuviera aún menos intención de dejarla. Para perderlo de vista, intentó caminar en otra dirección, pero no fue posible y la siguió hasta el hotel.

Allí se quedó parado en la puerta bajo el frío de la noche. Al notar la presencia del perro, al que llamó Rubio, la mujer bajó y lo arropó con una cobija de avión.

A los pocos días tuvo que viajar de nuevo a Alemania, pero el perro no la olvidó y siguió esperándola en la entrada del hotel, hasta que un día ella regresó, se volvieron a encontrar. Así sucedió durante las siguientes temporadas de trabajo de la mujer.

Para evitar que el perro siguiera deambulando por las calles, Sievers decidió llamar a una fundación de adopción de perros para que lo refugiaran y le ayudara a encontrar una familia, sin embargo, se escapó y regresó al hotel.

En ese momento supo que tenía que adoptarlo, pues se había convertido en uno de sus compañeros más fieles. Luego de varios trámites y papeleos, logró conseguir el permiso para llevarse a Rubio hasta su nuevo hogar en Alemania.

Luego de varias horas de viaje, el peludo llegó a su destino y ahora se encuentra en su nueva casa en compañía de otros perros que se han adaptado muy bien a su presencia.

El portal Mascotas Puerto Madero ha publicado varias imágenes del proceso y otras en las que se ve muy feliz en su nueva vida.

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