Según el jurista, a pesar de la apariencia de crisis, la paz podría estar más cerca de lo pensado por tres razones:

  • Hay un cese al fuego, que ha traído una disminución sustantiva de la violencia.
  • En porcentaje muy alto del acuerdo de la Habana recibe un amplio apoyo político y social.
  • En los puntos de separación hay sin embargo acercamientos significativos.

En su propuesta para resolver la situación, el analista parte de la base de lo ya acordado después de más de 4 años de negociaciones entre Gobierno y guerrilla, pues fue votado a favor por casi la mitad de quienes participaron en el plebiscito, ya fue aprobado por la subversión, cuenta con el apoyo internacional y entre quienes lo negaron, no hay desacuerdo en la totalidad del texto, sino solo respecto a apartes.

En su lista de 18 ideas de Uprimny se destaca en consecuencia que los temas en lo que los promotores del No no tienen objeciones se consideren aprobados, para que las negociaciones se concentren solo en las que fueron efectivamente negadas, señala en su blog en La Silla Vacía.

Podrían entonces entenderse aprobados casi todos los puntos del acuerdo que no conciernen directamente a las FARC, como desarrollo rural, participación política no referida a las FARC, política de drogas, comisión de la verdad, programas de reparación, unidad de búsqueda de desaparecidos,

agregó  el analista.

Otro tema en el que tampoco hay desacuerdo es en el de la amnistía respecto de crímenes atroces, pues el acuerdo no lo establece e incluso los promotores del No prevés consideraciones especiales en esos casos:

Nadie está hablando de amnistiar crímenes atroces ni tampoco nadie está defendiendo que frente a esos crímenes se apliquen las penas ordinarias  de largos años de cárcel pues todos hemos admitido que debe haber justicia pero que, en nombre de la paz, pues tratarse de penas alternativas mucho menos severas que las penas ordinarias”.

En su propuesta también señala que si detractores y promotores se sientan a llegar a un acuerdo lo hagan con ética y grandeza moral:

Esto implica un pacto de honestidad intelectual o simplemente de orden en el debate, que conduzca a excluir temas que no tienen que ver con la paz y que crean mucho ruido y confusión entre los votantes”.

Eso implica que el Gobierno y las Farc se comprometan a mantener el cese del fuego y reabrir la negociación, los promotores del No deben concretar sus objeciones y proponer alternativas viables y los ciudadanos, movilizarse para que el tema se resuelva pronto.

Entre las fórmulas que plantea el jurista para implementar el nuevo acuerdo están un nuevo plebiscito o una constituyente o un pacto extrajurídico que se implementaría por vías ordinarias.

De paso, dice Uprimny, este nuevo escenario se´ria favorable a la inclusión del Eln con mayor legitimidad.

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