En menos de tres horas, la llama olímpica empezará a arder en el Maracaná, pero el encargado de encender el pebetero no será Pelé, leyenda viviente del fútbol brasileño, que rechazó la invitación de los organizadores alegando motivos de salud.

Queridos amigos, ¡solo Dios es más importante que mi salud! (…) En este momento no estoy en condiciones físicas de participar de la apertura de las Olimpiadas”,

declaró ‘O Rei’, triple campeón Mundial (Suecia-1958, Chile-1962 y México-1970).

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La fiesta exhibirá la variada cultura popular brasileña pero sin excentricidades ni lujos, cuando el gigante sudamericano vive una inédita crisis económica y política.

Apenas 37 mandatarios extranjeros estarán acompañando al presidente interino brasileño Michel Temer en la ceremonia de apertura, la mitad que en Pekín-2008 y Londres-2012.

Temer, quien apenas cosecha un nivel de aceptación del 22%, se someterá a un virtual referendo cuando declare inaugurados los juegos ante unos 70.000 espectadores.

Por lo pronto, unos 3.000 manifestantes protestaron ruidosamente frente a la famosa playa de Copacabana contra Temer, horas antes del inicio de la ceremonia.

“No a las Olimpiadas”, “Fuera Temer” y “Fuera todos”, señalaban algunos de los carteles de los manifestantes, que se concentraron frente al lujoso hotel Copacabana Palace, a pasos del estadio olímpico de vóley playa, frente a las miradas de cientos de turistas e integrantes de numerosas delegaciones.

En recesión económica, Brasil además atraviesa una grave inestabilidad política que mantiene suspendida a la presidenta Dilma Rousseff, a la espera de que el Senado juzgue si será destituida por supuesta manipulación de las cuentas públicas.

Los organizadores desmintieron, sin embargo, las informaciones de que hubieran mecanismos previstos para camuflar los posibles abucheos a Temer y trataron de desligar la política del espectáculo.

Las ceremonias olímpicas quedan en la memoria colectiva, pero no se recuerda quién era el presidente en Barcelona-92 o en Atlanta-96. Te acuerdas del espectáculo, de Mohamed Ali con la mano temblorosa al encender el pebetero o del arquero que lanzó la flecha en Barcelona”,

valoró Marco Balich, productor ejecutivo del espectáculo.

La tolerancia contra la crispación en Brasil y gran parte del resto del mundo es la consigna que prevalecerá en la celebración en un país que respira danza y canto por toda su enorme geografía.

Danza y canto en un mundo tenso 

El mensaje que debe quedar es la importancia de la tolerancia. El mundo está actualmente muy tenso, con la situación política en Brasil, en Estados Unidos con (Donald) Trump, Gran Bretaña si sale o no sale de la Unión Europea”,

dijo el cineasta Fernando Meirelles, uno de los organizadores de la ceremonia.

Los cantantes Gilberto Gil, Caetano Veloso y Elza Soares marcarán uno de los puntos altos de la ceremonia que durará unas cuatro horas y será vista por televisión por unos 3.000 millones de personas.

Gran parte de este tiempo será consumido por el desfile de unos 10.000 atletas de 206 países, incluidos por primera vez Kosovo y Sudán del Sur, así como un equipo de Atletas Olímpicos Refugiados que desfilarán con la bandera olímpica.

El jueves, la otra fiesta, la del debut de Brasil en el torneo de fútbol masculino para atrapar por primera vez el oro olímpico, se aguó con un pálido empate de la seleçao ante Sudáfrica (0-0).

Todo el país está pendiente de la verdeamarilla y su obsesión por ganar el único galardón que aún no encerró en su vitrinas, en estos Juegos que se disputan del 5 al 21 de agosto.

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Brasil acompañó en el flojo debut al resto de las selecciones latinoamericanas con posibilidades de lograr medalla: Argentina cayó 2-0 ante Portugal, Colombia igualó 2-2 con Suecia e igual resultado firmaron México y Alemania.

Rusia ya sabe su número

El Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó la participación de 271 deportistas de Rusia en los Juegos de Rio-2016, tras la exclusión de 118 a raíz del informe McLaren que denunció un mecanismo de dopaje que se montó desde el Estado en ese país.

Tras varios días de incertidumbre, en la víspera de la inauguración de Rio-2016, se definió que 118 deportistas, más de la mitad atletas, fueron excluidos del equipo ruso, sobre 389 que había inscrito inicialmente.

La delegación rusa, que desfilará detrás de su abanderado, el veterano voleibolista Sergey Tetyukhin, será la más pequeña en 104 años, con excepción de los boicoteados Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.

Con AFP

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