Se suponía que él también iba a ir más lento. Le pregunté qué hacía, que solo era una semifinal. Quería empujarme a ir más rápido, pero yo estaba un poco vago y solo quería pasar de ronda”.

Esto fue lo que expresó Usain Bolt sobre ese momento en el que llegando a la meta aflojó el paso, mientras que André De Grasse aceleró. El jamaiquino se dio cuenta y aumentó ligeramente su velocidad para ganar la prueba por solo dos décimas de diferencia. Desde centímetros antes de pasar la línea final, Bolt volteó a mirar a su rival, le sonrió y le hizo un gesto con su mano para enfatizar que no lo vencería.

“Eso fue totalmente innecesario”, aseguró Bolt sobre la presión que ejerció De Grasse al final. “No sé qué trataba de hacer. Es joven y muy bueno. Tiene mucho talento. Estoy ansioso de competir en la final”, sostuvo.

 

Gracias a este sprint, Bolt batió su marca de la temporada y logró el mejor tiempo entre los finalistas con 19.78 segundos. Es así como parece estar cada vez más cerca su meta de lograr su tercer triplete de oro olímpico (ganar en los 100 m, 200 m y relevos 4×100 m).

En la final no tendrá uno de sus rivales más enconados: el Justin Gatlin, quien quedó eliminado en otras de las semifinales. No obstante, con lo que sucedió con De Grasse, más la clasificación de la sorpresa de la temporada, el estadounidense LaShawn Merritt, mejor marca del año con 19.74, Bolt probablemente si tendrá que invertir todas sus fuerzas para ganar.

Con AFP.

LO ÚLTIMO