Esta victoria le aseguró a su país una primera medalla en los Juegos de Río.

A sus 22 años, la boricua se convierte así en la segunda tenista latinoamericana en ganar una medalla en individual tras la argentina Gabriela Sabatini en Seúl-1988.

Asegura además la primera medalla en Rio para Puerto Rico, siendo además la primera mujer que consigue una presea, y podría convertirse en la primera representante de su país en ganar un oro olímpico.

“¡Vamos mujer!”, dijo en zona mixta al recordarse estos datos.

Sobre el duelo contra la checa, Puig aseguró que era e “un partido muy difícil porque era para asegurarte una medalla, ya que nunca quieres llegar a mañana (encuentro por el tercer puesto) con las dudas de si la ganarás o no”.

Pero ahora que la tengo, voy a por la final. Sé de qué color quiero esa medalla”,

añadió ambiciosa.

Puig comenzó muy nerviosa el partido y en un abrir y cerrar de ojos se vio 3-0 abajo, después de perder el servicio en el segundo juego.

Apenas hacía daño con su saque y la más experimentada checa Kvitova (14ª en el ranking actual, dos títulos de Wimbledon y cuatro Copas Federación), llevaba la iniciativa del juego gracias a su poderoso saque.

Todo cambió a partir del cuarto ‘game’, cuando Puig logró conservar con solvencia el servicio, logró el ‘break en el siguiente y empató 3-3 con un juego en blanco.

Mucho más serena, con un servicio más preciso y fuerte, y moviendo bien a la checa en el fondo de la pista, era la europea la que estaba entonces en dificultades, teniendo que superar otra bola de ‘break’ en el séptimo juego.

La tenista establecida en Miami sí logró el quiebro en el noveno y cerró el primer set de manera efectiva con su servicio (6-4) en 36 minutos.

La checa reaccionó en el segundo set, rompiendo dos veces el saque de Puig para colocarse 5-0 y tener incluso una bola de set en el sexto juego, pero la boricua la salvó con un ‘ace’ y otro gran primero.

Animada por unas decenas de compatriotas presentes en las gradas de la cancha central del Centro Olímpico de Barra de Tijuca, Puig quiso reaccionar y contó con 15-40 para al menos alargar el set, pero la checa, que llegó a ser la número 2 del mundo en 2011, volvió a tirar de su poderoso saque para forzar el tercer set (1-6), pese a cometer dos dobles faltas casi consecutivas que a punto estuvieron de costarle caro.

Puig no acusó el golpe, conservando el saque en el juego inicial del tercer set y con un ‘break’ en el segundo que le dejaba en buena disposición para buscar la final.

Tercer set muy irregular

Sin embargo, la checa le devolvió el quiebre inmediatamente después y con un juego en blanco se colocó 2-2.

La boricua cortó la reacción ganando su servicio y colocándose 0-40 en el sexto juego, ganando la tercera para ponerse 4-2 arriba.

La checa fue muy irregular en esos momentos, combinando golpes ganadores con muchas pelotas a la red. Puig se mostró más serena y consistente.

A dos juegos de verse en la final, Puig perdió su siguiente servicio con dos bolas que se marcharon muy lejos de las líneas.

Se lo devolvió en el siguiente, procurándose un ‘break point’ tras un larguísimo intercambio, que certificó poco después para el 5-3, mientras en la cancha se escuchaban gritos de ¡Mónica, Mónica! y ¡Puerto Rico, Puerto Rico!.

Eso llevó en volandas a la joven puertorriqueña que cerró el partido con un 6-3 para meterse en la final, donde se enfrenará por el oro a la alemana Angelique Kerber o a la estadounidense Madison Keys.

Con AFP.

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