Luego de ganar 7 medallas de oro en los Olímpicos de Londres 2012, los entrenadores del equipo británico se preguntaron qué más podían hacer para mejorar el rendimiento de las deportistas, que ya tenían los mejores cascos y bicicletas disponibles.
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La prioridad se convirtió entonces en eliminar los dolores producidos por el sillín, que según pudo corroborar Phil Burt, fisioterapeuta del equipo británico, era un problema que afectaba a las ciclistas durante el entrenamiento y en el momento de competir, informa The Guardian.
“El consejo de un experto de talla mundial, un profesor de Cambridge, era que depilarse y afeitarse no ayudaba en la lucha contra los problemas del sillín”, dijo Burt.
Dado que el vello púbico ayuda a proteger la piel de la fricción, los entrenadores decidieron desaconsejar a las ciclistas que se depilaran con máquinas de afeitar, cera o cremas y les pidieron en cambio que usaran cortadores para reducir el vello.
Como resultado de esta y otra medidas como reducir la inclinación del sillín para disminuir el impacto en los genitales, Burt dice que las deportistas no han reportado irritaciones provocadas por el sillín en 6 meses y que una de ellas incluso asegura que la medida “cambió totalmente su vida”.
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