Según las autoridades del evento deportivo, el agua de la piscina olímpica de clavados se puso verde debido a la falta de algunos productos químicos que modificó el PH del agua, pero que no planteaba ningún problema de seguridad para la salud de los atletas.

No obstante, el hecho de estar cerrada los puso a pensar. Tom Daley dijo, citado por el diario The Independent: “Espero que el cierre de la piscina no signifique nada demasiado malo dentro de lo cual hayamos estado nadando durante los últimos días”. El deportista no dijo cuándo la reabrirían.

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El contraste era perceptible en el momento de la prueba femenina de clavados de plataforma a 10 metros el martes, entre el agua verde en la que caían las clavadistas y el azul claro de la piscina vecina del waterpolo.

El miércoles, esta última parecía también volverse verde, sin duda víctima del mismo fenómeno.

En un comunicado, la Federación Internacional de Natación, FINA, despejó el misterio, indicando que “faltaban algunos productos químicos utilizados en el proceso del tratamiento del agua”.

“En consecuencia, el nivel del PH del agua salió de sus niveles normales, provocando esa decoloración”, precisa el texto, añadiendo que su comité médico había efectuado pruebas y concluyó que no hay riesgos para la seguridad de los atletas y ninguna razón para que incida en la competición.

El clavadista británico Tom Daley, bronce de la plataforma sincronizada de 10 metros, el lunes, había tuiteado al final de la tarde del martes una foto mostrando la diferencia de color del agua entre las dos piscinas, con el comentario: “Hum… ¿Qué ha pasado?”

Pero las clavadistas descartaron toda incidencia eventual en sus actuaciones. “Es muy habitual en una piscina exterior, no es por tanto un problema para nosotros”, estimó la malasia Pandelela Rinong, medalla de plata al lado de Cheong Jun Hoong.

El miércoles, en todo caso, el agua de la piscina olímpica de las pruebas de natación no tenía ningún problema y estaba bien azul.

Según The Independent, para evitar que la piscina de waterpolo se volviera verde, los técnicos de mantenimiento le echaron más cloro, pero entonces los deportistas se comenzaron a quejar de que les ardían los ojos.

Con AFP

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