El medallista que ganó el oro en Río 2016 y fue Plata en Londres 2012, nació en Zaragoza, Antioquia, hace 33 años. Cuando tenía solo 9, por causa de la violencia suscitada por paramilitares y guerrilla, además de la falta de oportunidades, tuvo que salir de su ciudad natal junto a su madre, Hermelinda Mosquera, y tres hermanos, como lo señala el periódico El Tiempo.

Se radicó en Cartago, Valle del Cauca, donde comenzó practicando fútbol, baloncesto, natación y hasta kárate, pero se quedó con el levantamiento de pesas, gracias al consejo de un profesor de educación física que le vio grandes posibilidades.

En el 2004 se clasificó por primera vez a unos Juegos Olímpicos, en Atenas, en donde logró el quinto puesto en los 56 kilogramos, perdiendo la medalla de bronce por pesar 75 gramos más que el turco Sedat Artuc.

De ahí en adelante, cada día se supera más en sus logros: en 2006 fue medalla de plata en el Mundial de Santo Domingo, y segundo lugar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en la categoría de los 62 kilogramos.

No participó en los Olímpicos de Pekín 2008 por una lesión en la muñeca derecha. Pero en el 2012 tuvo su desquite. Figueroa obtuvo la plata en Londres 2012 en la categoría de los 62 kilogramos, donde además impuso récord olímpico en el envíon al levantar 177 kilogramos. Un año antes, fue  oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en los 62 kilogramos.

Ahora vuelve a entrar en la historia de Colombia al lograr el oro en Río 2016, logro que ningún hombre nacido en este país había alcanzado. A futuro, Figueroa, graduado de Administración de Empresas de la Universidad Santiago de Cali,  quiere ser presidente de la Federación Colombiana de pesas, para ayudar a muchos deportistas a cumplir sus sueños. Actualmente ya hace una labor similar con su Fundación Levanta Sueños, que trabaja con niños entre los 8 y 16 años.

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