Casi 24 horas después de que Caterine concretara su hazaña dorada, por fin sucedió el momento más esperado por todos los colombianos. El tiempo no importó, más de la mitad de su vida la atleta se preparó para subir a lo más alto del podio y por eso disfrutó cada instante.

“Aprovecho para dedicarle primeramente a Dios, a mi profesor Ubaldo Duany, a Alexander, mi esposo que ha sido una parte importante en mi vida, y a todo Colombia que vibró con esta participación”, aseguró la colombiana a Caracol TV.

La colombiana posó para la foto del recuerdo junto a la venezolana Yulimar Rojas y la kazaja Olga Rypakova, segundo y tercer lugar en la prueba. Posteriormente, fue a ofrecer su presea al público que la acompañó en este momento histórico.

Caterine Ibargüen ganó la prueba del salto triple en los Juegos Olímpicos de Río tras imponer una marca de 15,14 metros, la mejor entre todas las participantes.

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