Miguel Calero, Jorge Bermúdez, Harold Lozano, Víctor Danilo Pacheco, Víctor Aristizabal, Iván René Valenciano, Faustino Asprilla, Faryd Mondragón, entre otros, eran los jugadores de esta selección que prefirió la rumba, la comida y los excesos, que la concentración previo a los duelos.

Esta sub-23 venía de brillar y lograr el subcampeonato en el Preolímpico de Paraguay. Por esto, las predicciones para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 eran que Colombia al menos ganara el bronce.

“Llegamos agrandados, nos sentíamos las estrellas y eso nos jugó una mala pasada. Faustino y yo ya estábamos vendidos a Europa, creíamos que éramos los ‘chachos’ y que ya teníamos la medalla de oro colgada en el cuello”, recordó Valenciano para el Heraldo.

El bombardero tiene amargos recuerdos de su participación en Olímpicos, pues a los 18 minutos del debut frente a España se hizo expulsar. Ese partido Colombia lo perdió 4-0 frente a los ibéricos que tenían como figura a un joven Joseph Guardiola.

La pronta eliminación de Colombia se selló con el empate 1-1 ante Catar y luego la derrota 4-3 ante Egipto.

Una de las grandes razones para que la selección volviera antes de casa es que los jugadores se dejaron deslumbrar con las comodidades de la Villa Olímpica. El joven Valenciano, entre otros no pudieron ante la tentación gastronómica. “Había 10 restaurantes, siempre alguno abierto. A los 10 días ya estábamos todos pasados de kilos. Mucha distracción para unos muchachos que no éramos tan profesionales”, recuerda el barranquillero.

Otros como Asprilla o ‘Pachequito’ fueron la sensación no de las canchas, sino de las discotecas que había en la ciudadela de los Olímpicos. El ‘Bolillo’ Gómez, quien dirigía esta selección expresó a los periodistas que sus jugadores “parecían unos gordos trasnochados”, como lo recuerda el periódico El Espectador.

Algunos señalan como culpable de la debacle de la Selección Colombia al ‘Bolillo’ por no poder controlar a sus muchachos y ser demasiado laxo, como lo afirma el portal Las 2 Orillas.

Sea esto verdad o no, lo cierto es que la selección no aprendió la lección y dos años después, la base de este equipo repitió la historia y se dejó llevar por el triunfalismo, esta vez en el Mundial de Estados Unidos 1994.

24 años después, para los Juegos Olímpicos de Río, la hinchada colombiana nuevamente está ilusionada y espera que sus muchachos esta vez sí se llenen de gloria. Al menos en esta ocasión, para el primer partido la selección está en Manaos, lejos de los placeres de la Villa Olímpica.

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