La imagen le da la vuelta al mundo y es una postal de nobleza y humildad del atleta paraguayo, al que no le importó parar faltando tres kilómetros para terminar la prueba (de 42 km.) para ayudar a que su colega Federico Bruno cruzara la línea de meta.

Esto, porque el argentino sufrió un episodio de calambres que lo tuvieron a punto de abandonar la prueba. Sin embargo, Ayala lo encontró en el camino y lo apoyó para que terminara, así fuera corriendo de medio lado.

Bruno siente que terminó la prueba “arrastrado como un viejo” y “dando lástima”, pero agradecido con su colega y amigo.

“Agradezco al paraguayo, que en tres kilómetros frenó y me hizo el aguante. Yo le decía que se fuera, que él estaba bien, pero él me dijo que no, que íbamos a llegar juntos”, explicó Bruno, con más experiencia en el medio fondo, al final de la prueba, indica Afp.

De los 140 atletas que terminaron, Derlys Ayala fue 136 (con un tiempo de 2:39:40), mientras que Federico Bruno fue 137 (2:40:05), en una prueba en la que ganó el keniano Eliud Kipchoge (con 2:04:44).

Ayala, que tuvo una pubalgia recientemente, también se quejó de calambres y señaló que se ayudó con Bruno para darse ánimo mutuamente.

“El objetivo era terminar. Fueron mis primeros Juegos Olímpicos y uno tiene que acabar sus primeros Juegos Olímpicos. La gente de Rio nos apoyó mucho. Me encontré con Bruno de Argentina, los dos veníamos acalambrados y nos acompañamos uno a otro en los últimos kilómetros”, explicó.

Derlys Ayala era el único paraguayo en el maratón masculino, mientras que Argentina acudió con el equipo completo de tres competidores.

Con información de Afp.

LO ÚLTIMO