Esas claves, por supuesto, no se limitan al ámbito deportivo, sino que se pueden aplicar en cualquier otro campo de la vida.

Y no las ofrece un personaje anónimo en un inédito opúsculo de autoayuda. Las da esta exitosa deportista en la cima de su carrera, en palabras sencillas que brotan de lo que es su propia experiencia, en un diálogo sin pretensiones de cátedra. De hecho, esas claves hay que saberlas encontrar en sus declaraciones, siempre precipitadas, espotáneas, alegres, rápidas, como es ella sobre su bicicleta en competencia…

Para ella, luchar todos los días, entregarse y “soñar en grande” también son claves del triunfo. Las menciona en medio del sopor que aún tiene por ser la medallista de oro en BMX en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

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En una entrevista con Efe, reconoce que aún tiene que “despertar” de este sueño olímpico. “Me siento feliz. Me siento realizada. Fue un proceso que culminó demasiado bien, así como lo esperábamos, como lo visualizábamos, como lo queríamos. Y todavía sigo soñando”, dice Pajón.

“Todavía estoy dormida. Más adelante yo creo que despertaré, aterrizaré de lo que acabo de lograr”, continúa esta joven deportista de 24 años, la primera mujer latinoamericana en conseguir dos oros olímpicos —Río y Londres 2012— en un deporte individual y que acumula también cinco títulos mundiales, tres en la modalidad de carrera y dos en la de contrarreloj.

El oro conseguido en Río “significa demasiado para mí” y para “este equipo de triunfo que está detrás de mí, porque es un deporte individual pero hay mucha gente que me apoya”.

Y sigue con sus ‘lecciones’ de éxito: “Debes ser potente, ser entregado, debes tener decisiones y tener un equipo de triunfo muy positivo alrededor tuyo”, agrega, aunque reitera: “Disfrutar todo el proceso para conseguirlo. Tener sueños grandes. Yo siempre sueño, sueño en grande, tengo metas claras, lucho por ellas, creo que lo puedo conseguir y nuevamente lo logro”, asegura.

En su caso, integrar el Team Visa “es un orgullo inmenso. Primero por la magnitud que tiene. El saber que yo tenía ídolos, atletas que seguía y que ahora hago parte de ese equipo igual que ellos eso es muy grande para mí. Me siento muy orgullosa. Es un enorme honor y creo que eso te impulsa”.

Conocer al equipo de refugiados que forman parte también del Team Visa ha sido otra experiencia que rescata Pajón de Río 2016, unos Juegos “muy latinos” en los que se ha sentido “como en casa”, dice.

“La Villa está muy linda, el comedor, estar junto a otros deportistas acá con el Team Visa también, el apoyo que hemos tenido, conocer al equipo de refugiados. Es un orgullo por tomarme una foto incluso con ellos. Para mí era algo que también tenía que tachar de la lista. Entonces, toda esta experiencia olímpica ha sido muy hermosa”, continúa.

Para la deportista colombiana, los resultados obtenidos por la representación femenina en estos Juegos confirman que “las mujeres se van abriendo camino, que van tomando la decisión ellas solas de abrirse camino en deportes no convencionales como el mío, por ejemplo, y saber que también somos fuertes y que podemos darles muchas alegrías a nuestro país”.

Con EFE

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