Colombia jugó por primera vez un Mundial femenino en Alemania 2011 y debutó en Juegos Olímpicos en Londres, un año después. Entonces, el país se rindió a los pies de las ‘chicas superpoderosas’ y celebró los resultados que lograron unas jóvenes desconocidas prácticamente sin apoyo.

La generación dorada se consolidó, las figuras recalaron en ligas de Europa y Norteamérica y llegó la clasificación al Mundial de 2015 en Canadá, donde Daniela Montoya, Yoreli Rincón, Lady Andrade y compañía sorprendieron al mundo derrotando a Francia, la tercera mejor selección del planeta, en la primera fase del torneo.

Ese partido en particular creó un espejismo de grandeza en el país e hizo despegar una ilusión que la misma Francia aterrizó 14 meses después en los Olímpicos de Brasil, con un enfático 4-0 en la apertura del torneo.

El resultado era de esperarse, Francia sigue siendo tercera en el ránking Fifa y su liga —creada hace más de tres décadas— es una de las más competitivas de Europa.

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Entre tanto, Colombia está en el puesto 24 del escalafón (apenas un peldaño más arriba que en julio de 2015) y poco o nada ha cambiado  desde la olimpiada anterior en la estructura del balompié femenino en el país: la desigualdad respecto al balompié masculino sigue siendo abismal, la liga femenina todavía no existe —su creación apenas fue anunciada en marzo y se estrenaría en 2017—, la visibilidad de la selección es nula y los premios para las futbolistas aún son mínimos.

Así pues, el brillo de esta gran generación, de aparición espontánea, empieza a desvanecerse y, sin la vitrina de los buenos resultados, el fútbol femenino colombiano corre el riesgo de perderse en la oscuridad.

La abrumadora realidad que ofrecen las evidencias planteadas en este artículo seguirá persiguiendo como un negro nubarrón a la selección femenina, aun si este grupo consigue hacer una presentacon decorosa en Río. Viene Nueva Zelanda (17ª del mundo) en el partido que podría significar la clasificación a la segunda ronda, y el cierre del grupo contra Estados Unidos, la defensora del título, que eliminó a las cafeteras del último Mundial y las goleó 7-0 en el camino a Brasil.

Por: Diego González Orjuela – Periodista Pulzo.com

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