Phelps ganó la prueba y acumuló una medalla de oro más, con la que totaliza 21 en sus participaciones en juegos olímpicos.
Además, agregó otro récord: es el nadador más ‘viejo’, con 31 años, en ganar una medalla de oro en una prueba olímpica de natación.
Al terminar, Phelps, primero, flexionó los dedos y los orientó hacia su boca, donde estaba moviendo la lengua y lamiendo sus labios; luego, levantó el dedo índice, en un obvio reclamo de ser el primero, el mejor. Luego, sacó su pecho del agua, levantó los brazos y dejó los dedos índices arriba, nuevamente señalando quién era el primero, el mejor. Luego, nuevamente flexionó los dedos y los movió como si estuviera pidiendo los aplausos a las tribunas.
De acuerdo con Slate, en la secuencia está el gesto universal de “tráiganmelos” (cuando flexiona los dedos en dirección a la boca); el de “soy el número 1” (índice levantado); y el de “soy un imbécil” (cuando mueve su índice).
En buen ‘colombiano’ ese “tráiganmelos” se puede interpretar como “vengan que yo los atiendo”.
En general, todos sus gestos, solo hablan de una celebración aderezada con arrogancia, mucha arrogancia.
Pero ‘Slate’ pone en perspectiva el contexto de la competencia, y exculpa a Phelps del cargo de ‘imbécil’.
El contexto pasa por la rivalidad con el sudafricano Chad le Clos, que le había ya ganado sorpresivamente a Phelps en la misma prueba en los olímpicos de Londres del 2012.
En aquella oportunidad, Phelps tomó ‘deportivamente’ su derrota, y le Clos lo reconoció como su héroe.
“Esta amabilidad llegó a su fin después de que Phelps dejó su retiro y comenzó a competir de nuevo en los 200 metros mariposa, calificando de lentos los tiempos de los practicantes”, dice ‘Slate’, agregando que le Clos lo tomó como una ofensa.
Y le Clos respondió con declaraciones públicas: “Michael Phelps ha estado hablando sobre lo lentas que han sido las competencias de mariposa recientemente. Acabo de hacer un tiempo (en 100 metros mariposa) que él no ha hecho en 4 años. Así que puede callarse ahora”.
A la semana siguiente Phelps superó el tiempo de le Clos en los nacionales de Estados Unidos. Y le Clos respondió que otra cosa era compitiendo con él.
El hecho es que en Río ya había un ambiente de tensión entre los nadadores, reflejadas en el gesto de Phelps que dio la vuelta al mundo.
Para ‘Slate’, le Clos fue quien provocó a Phelps, lo que lo hace inocente del cargo de imbécil, una conclusión discutible, ya que el estadounidense fue quien comenzó la polémica.
Además, los tiempos de Phelps y las medallas hablan por sí solos, no necesita hacer gestos. La humildad hubiera sido más elocuente.
Pero al final, Phelps se reivindicó: luego de sus gestos payasos buscó a le Clos y lo abrazó.
Así, en juego largo hay desquite, pues aunque en la prueba en cuestión le Clos no solo perdió con Phelps, sino que no ganó medalla, hay que recordar que el surafricano es 9 años menor que Phelps y aún le queda mucho tiempo para ganar medallas y demostrar si es el mejor.
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