“Doctor, yo quiero terminar mi carrera con la medalla de oro en Río de Janeiro”, le dijo Óscar Figueroa a su médico Jorge Felipe Ramírez, ortopedista y traumatólogo, cuando lo consultó en diciembre pasado. El galeno le respondió que había que operarlo de una hernia lumbar.

La duda existía porque otros doctores le aseguraban al deportista que si lo operaban no volvería a poder levantar pesas en su vida.

Pero Ramírez, según comentó él mismo en entrevista a Caracol Radio, es pionero en América Latina de la técnica de cirugía llamada mínimamente invasiva o endoscópica de columna, con la que, en palabras de él, sus pacientes salen caminando a los dos horas de la operación y pueden continuar sus labores normalmente.

En el caso de los deportistas, con un buen proceso de recuperación y fisioterapia, al poco tiempo pueden volver a competir, y hasta ganar un oro olímpico en menos de seis meses, agregó Figueroa.

Ramírez ya había aplicado esta técnica a al pesista 18 meses después de Beijing 2008, cuando el colombiano sufrió una lesión en plena competencia. En ese momento se acusó a Figueroa de fingir su lesión producto de sus desacuerdos de la época con la dirigencia.

“Él hace una hernia discal c6 c7, y remeda como si fuera un esguince. Fue el nervio que se comprimió cuando salió la hernia y a él se le cayeron las pesas en ese momento”, contó el médico, desmintiendo la especulación inicial.

De las dos operaciones que le hicieron, Figueroa salió victorioso. Por esa razón, no sorprende que las primeras palabras a los medios de comunicación, luego de ganar el oro, el colombiano agradeció a Ramírez y en cada entrevista que da dedica un momento para nombrar al médico.

“La operación de la hernia discal en enero fue un momento difícil. Estábamos cerca de los Olímpicos. Lo hicimos en esa época para que se parara el ritmo, aunque eso se tuvo que hacer, pero fue por poco tiempo. Luego de los entrenamientos, de las sesiones de fisioterapia, de todo lo que uno vive después de ser operado, pues en estos momentos uno se acuerda de la gente que estuvo al lado, que apoyó, al cuerpo técnico, al cuerpo médico que nunca me falló”, escribió Óscar Figueroa en una nota del diario El Tiempo.

El doctor Ramírez agrega que su esfuerzo en la operación que le practicó a Figueroa no hubiera sido suficiente si el deportista no tuviera un poder mental inquebrantable, una excelente condición física y connotación genética increíble.

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