El motivo es que Amparo Grisales no pudo posponer un viaje que tiene programado para unirse a las grabaciones de una película, compromiso que precisamente se cruzó con la invitación hecha por el alcalde de Zipaquirá, Luis Alfonso Rodríguez, y por el gerente de la Catedral de Sal, Raúl Alfonso Galeano, informa la Revista Momentos en un correo electrónico.

“Estoy saliendo para el aeropuerto y viajando hoy mismo, pues mañana ya debo unirme al equipo de trabajo en Buenos Aires (Argentina), y de allí continuar a Carlos Paz, en donde comenzará el rodaje de la película ‘Amores Pasajeros’”, indica la información.

Por eso, la ‘diva’ de los colombianos ofreció disculpas y lamentó tener que aplazar la invitación.

“Hice todo lo posible por acomodar mi viaje para después del sábado, pero fue imposible. Es un trabajo que estoy esperando desde el año pasado, y los productores me necesitan allá”, manifestó la actriz, citada por ese medio.

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Más allá de las disculpas y los inconvenientes, la razón de que Amparo Grisales fuera nombrada como embajadora de la Catedral de Sal y, además, que recibiera “las llaves de la ciudad”, generó malestar en gran parte del pueblo zipaquireño.

Esto, según el Portal de noticias News, porque“si bien la actriz, sin lugar a dudas, se ha destacado por su labor actoral, muchos de los ciudadanos del municipio consideran que esta mención debe entregársele a un zipaquireño o a un personaje que haya contribuido en el desarrollo de la ciudad”.

No obstante, Grisales promete visitarlos una vez termine la grabación de este ‘amor pasajero’.

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