Su opinión la expresó en inglés y español en una publicación en su cuenta de Instagram, en donde mostró su descontento porque no entiende cómo hicieron de la pintora una Barbie, cuando “nuestra Friducha […] nunca trató de parecerse a nadie y siempre celebró su originalidad”.

El artículo continúa abajo

La posición de Salma fue apoyada por algunos seguidores que escribieron mensajes como “¡Un insulto a Frida!” o “Totalmente de acuerdo”, pero también cuestionada por otros que piensan que puede ser algo bueno, pues “las niñas pequeñas aman las Barbies. Creo que puede verse de forma positiva que las niñas puedan aprender de alguien tan icónico”.

La creación sigue despertando pasiones a favor y en contra, y se suma a la denuncia de la sobrina de la artista, quien aseguró que el fabricante no tenía los derechos para hacer la muñeca.