Lo que tienen en común estas críticas de los simpatizantes y los antagonistas (de Chávez) es que ninguno de los dos grupos ha visto la serie, pero ya traen consigo puntos de vista definitivos y fuertes sobre el personaje. Entonces las críticas solo están basadas en prejuicios”, dijo a María Isabel Rueda, en entrevista publicada por El Tiempo.

Pero a pesar de que lleva solo 5 capítulos, en ellos se presenta a Chávez como un cobarde y manipulador: llevó engañados a quienes participaron en el golpe de 1992 (diciéndoles que era un ejercicio militar), y observó impasible con binoculares desde lejos mientras sus camaradas eran masacrados.

Difícilmente, una imagen de esas características puede dejar la impresión de que las opiniones de los críticos todavía están basadas solo en prejuicios, o que los defensores de Chávez tengan que esperar que pasen 60 capítulos para encontrar una versión más equilibrada o favorable de su líder; o que los detractores no se hayan dado cuenta de que la producción no es “para glorificar a alguien a quien detestan”, según palabras del mismo Naím.

Ya hay suficiente para formarse una opinión. Y sus detractores son los que se van a sentir más a gusto.

De cualquier forma, Naím tiene el argumento de que no se trata de un documental, ni una biografía, lo que da licencia para inventar cosas, o no obliga a ceñirse a la historia, o, por lo menos, a justificar que esa sea su opinión del personaje histórico.

Con la idea de interesar a la audiencia más amplia posible, me senté y escribí ciento y pico de páginas de una historia de ficción”, dijo a El Tiempo.

¿Historia de ficción? No. Es la versión personal de Naím de la historia de Chávez y Venezuela, lo que no es malo. Lo malo es salirse por la tangente a las críticas con el argumento de que es ficción.

Andrés Parra como Hugo Chávez
El actor Andrés Parra como Hugo Chávez / Cortesía canal RCN

Puede haber escenas y personajes inventados, y escenas recreadas para facilitar la narración de televisión. Pero hay un núcleo histórico real, un personaje verdadero, que es el que le da peso a la narración.

El mismo Naím no puede sacarle el cuerpo a la historia cuando le dijo a El Tiempo que la obra se basaba en 2 pilares: “el primero, que Chávez fue un político extraordinario y que, junto con el Che Guevara y Fidel Castro, es el líder político de mayor fama mundial de estas latitudes”.

Si es ficción, ¿por qué ‘El Comandante’ no tiene apellido Pérez y el país no se llama República Banana?

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