El libreto, pensado para una representación de presentadores, reporteros y entrevistados, planteaba una interpretación cómica basada en informaciones falsas e irrisorias, como un proyecto de ley para imponer  multas a quien ‘deje en visto’ a su interlocutor en WhatsApp, la declaración del reguetón como ritmo folclórico en el país o las olimpiadas de salto de obstáculos en la que participaría la ‘Liga de colados de Transmilenio’.

Algunos de los protagonistas, como Paola, fallaron en la definición de sus personajes; otros se bloquearon cuando olvidaron una palabra o frase de sus libretos, como le ocurrió a Catalina.

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Sebastián, por su parte, llegó a improvisar frases sin sentido y lució “como los ahogados del Titanic”, según la retroalimentación de Adal Ramones, mientras que Felipe se desconcentró, pensando en el ‘cara a cara’, y perdió la credibilidad de su personaje.

Otros simplemente se desconcentraron y sucumbieron ante los nervios.

Al final, el jurado conformado por Ariadna Gutiérrez, Adal Ramones y Jorge Enrique Abello decidió —entre las muchas opciones válidas— que Felipe sería el ‘amenazado por talento’.