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La controversia que ha generado la canción del colombiano, así como su desatinada respuesta a las críticas que terminó en una comparación con Jesucristo, dio para que Paloma Rando dedicara un artículo al tema, pero con una posición que va más allá de la indignación y la ira por frases como “Tengo una chiquita nalgona con el pelo corto. Me dice papi vente adentro si me preña”.

¿Qué pasaría si en lugar de prohibirla, esta canción sonara en las tutorías de todos los colegios? ¿Qué pasaría si el próximo comentario de texto en clase de lengua fuera un análisis de esta letra? ¿Y si diese pie a un debate sobre las relaciones sexuales y el consentimiento? ¿Y si sirviera para hacer reflexionar a esos adolescentes a los que se considera, de manera paternalista, sin filtro alguno sobre lo que escuchan? ¿Qué pasaría si ponemos nuestros esfuerzos, en lugar de en prohibir, en argumentar y convencer?”, es una de las principales reflexiones que plantea la autora.

Y  continúa:

“Cuatro babys, ridícula y denigrante como ella sola, podría servir para ahondar, por ejemplo, en la idea de Houellebecq de que la sexualidad funciona como un elemento de jerarquía social, para analizar por qué consideramos el sexo moneda de cambio, algo de lo que presumir, un equivalente al dinero (cuanto más y cuántas más, mejor) y por qué todo ello sufre un sesgo claramente masculino y machista.”

La columnista de Vanity Fair España es clara en que este no es un problema con Maluma o el género en particular diciendo: “Distintos tipos de música (no culpes al reggeaton de lo que ha ocurrido y ocurre hasta en la música “de autor”) distintos intérpretes, distintos países, misma intención en el contenido: presumir de ejercer violencia hacia las mujeres.”

En la página change.org ya existe una petición para que se baje el video de Youtube, que ha sido firmada por más de 50 mil usuarios, aunque sus vistas aumentan cada día y a la fecha se acerca a las 200 millones de reproducciones.

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