Para la actriz, el entorno de la pornografía es “extremadamente machista” y “cuando una mujer feminista entra a una industria patriarcal supone una problemática muy grande, porque haces cosas con las que no estás de acuerdo”, dice ‘Miller’, aunque matiza su comentario con una afirmación un poco contradictoria: “La pornografía sí puede liberar a la mujer, pero también el porno puede constreñirnos”.

En la entrevista, ‘Miller’ cuenta que busca que los actores trabajen en condiciones dignas y que le gustaría vivir “un cambio en las ideologías hegemónicas sobre la sexualidad que se producen por la pornografía ‘mainstream’”, y considera feminista cuando una escena porno no termina con la eyaculación del hombre.

Reveló que contrario a las creencias populares, lo peor de la pornografía es enfrentar a la familia, los amigos y la sociedad, y no lo que se vive en la industria.

La actriz agrega que está mal utilizar el término ‘vender el cuerpo’ para quienes trabajan en la prostitución o la industria porno. “En el trabajo sexual comercializas el cuerpo, pero tu cuerpo es tuyo. Lo que ofrecemos es vender algunas horas en las que se emplea el cuerpo, en este caso es un servicio sexual, pero no se diferencia en nada en lo que pueda hacer un panadero o un albañil”.

En la conversación con este diario, ‘Miller’ también se refirió al proyecto de la representante liberal Clara Rojas que busca imponer multas a las personas que usen servicios sexuales. Dijo que es una disputa que lleva muchos años y “hay gente que quiere abolir el trabajo sexual sin tener en cuenta que la regulación funcionaría de una manera más positiva”. “Cuando prohíbes algo no lo estás destruyendo”, apunta.

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Comparó el negocio de la prostitución con el de las drogas ilícitas y resaltó que “por mucho que se prohíban no van a sacarlas del terreno, lo que hacen es que se forme un mercado negro que deja indefensas a las personas que participan de él”.

“Si se llega a prohibir el trabajo sexual, pues no va a dejar de existir, seguirán las personas trabajando sin protección”, puntualizó.

También criticó que en la propuesta de Rojas haya una relación directa entre la trata de personas y la prostitución. Afirma que “hay que hacer una diferenciación. […] A la primera hay que sacarla de esa situación terrorífica y a la segunda hay que apoyarla para que pueda hacer su trabajo con protecciones, como cualquier otro trabajador”.

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Asegura que el cuerpo desnudo se puede usar como un arma para llamar la atención de temas que lo necesitan. Agrega que en el trabajo sexual que hace “la labor política está ahí”.

En España, ‘Miller’ se identifica como una activista en pro de regularizar el trabajo sexual. También lucha en contra del conformismo de las nuevas generaciones y quiere que los jóvenes actúen cuando algo no funciona como debería.

Se define como ‘feminista prosex’ que, según ella, lucha por que las mujeres tengan más libertad de hacer con su cuerpo lo que quieran tras cientos de años de prohibiciones sexuales y emocionales. La actriz marca la diferencia con el feminismo radical que solo piensa que “el trabajo sexual no dignifica a la mujer, sino que la objetiviza”.

Esta actriz está en Colombia como invitada del Festival de Artes Eróticas que se celebrará en Medellín hasta el 20 de agosto. El sábado 19 dará una charla sobre feminismo y pornografía ética.

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