Dusty Rose intenta desde hace un año dedicarse al modelaje en Nueva York. Tras mucho rechazo y discriminación, la suerte le sonríe finalmente gracias a Peche Di, fundadora de una agencia de modelos transgénero en pleno ascenso.

Esta joven de 19 años que nació varón, proveniente del estado rural de Alabama (sur de Estados Unidos), saltó de alegría cuando escuchó en Instagram sobre Peche y su agencia de modelos Transmodels, especializada en transgéneros, fundada en marzo de 2015.

“Me dije ‘Dios mío, pero esta es exactamente la razón por la cual me mudé a Nueva York, para encontrar a personas como ella!'”, cuenta esta joven delgadísima y de 1,85 m de altura.

Dusty Rose
Dusty Rose / AFP

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Porque si bien muchos modelos transgénero comienzan a ser más conocidos por el público, como la brasileña Valentina Sampaio que fue la portada de Vogue France en febrero, la entrada a este mercado sigue repleta de obstáculos y prejuicios.

Incluso en una metrópolis como Nueva York, donde las personas transgénero son mejor aceptadas que en otros lugares, subraya la joven, que cambió su identidad a los 15 años, cuando aún estaba en el colegio.

“El día en que llegué a Nueva York estaba con mi madre en la calle y alguien me gritó ‘¡puto!’. Y mi madre dijo ‘Mi dios, estamos en Nueva York, creía que eso no pasaba aquí'”, cuenta.

“No quiero que me toque”

Más tarde, Dusty encontró empleo en una peluquería. “Hay clientes que dicen ‘no quiero que ese se ocupe de mí, no quiero que me toque'”, relata. Al punto de que un día se enojó con una clienta que se negaba a dejarse peinar por ella.

Antes de encontrar a Peche, Dusty había enviado su currículum a varias agencias de modelos, y  siempre se presentaba, muy francamente, como una joven mujer transgénero de Alabama. “No puedo mentir, esto es parte de mí”, dice.

Pero no tuvo éxito, y se enfrentó a muchas críticas, con empleadores que le decían cosas como “usted debería ser más menuda, más flaca”. “Cuando se es trans uno es más alto, más gordo, no se puede remediar. Y además usted es demasiado masculino, no suficientemente femenina”, explica.

Con Peche, por el contrario, Dusty se sintió cómoda desde el primer encuentro, una reciente sesión de fotos en un estudio de Greenwich Village.

Peche Di y Dusty Rose
Peche Di y Dusty Rose / AFP

Quizás porque Peche, de 27 años, también transgénero y originaria de Tailandia, pasó asimismo por momentos difíciles antes de fundar en marzo de 2015 la agencia Transmodels, una de las primeras agencias del mundo que se especializa en modelos transgénero.

Trabaja con 19 modelos hoy, mujeres sobre todo, pero también algunos hombres, así como con personas que no se reconocen como hombre ni como mujer.

Desde sus comienzos en el modelaje en Tailandia hace 10 años, “evidentemente hay progreso”, dice. “Las modelos trans son ahora un poco la cosa de moda, pero hasta recientemente no era aceptado”, recuerda.

AFP

Furor contra Trump

Su propia agencia ha ganado en dos años y medio contratos con empresas muy variadas, que van de hoteles al departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, pasando por reconocidos gimnasios.

Todo retroceso, como la voluntad del presidente estadounidense Donald Trump de no aceptar más personas transgénero en las fuerzas armadas, la enfurece. “Es horrible para los trans”, dice. “Tengo la impresión de que el gobierno no nos acepta. ¿Cómo vamos a sobrevivir?”.

Peche, que pasó toda su infancia escondiendo su deseo de ser mujer, espera ahora que Trump “termine siendo expulsado” de la Casa Blanca, y poder continuar con sus proyectos al servicio de los trans.

Uno de ellos es la aplicación para hallar pareja entre trans ‘Teadate’, que creó luego de que el muy popular Tinder bloqueara a los transgénero y que reivindica a 25.000 usuarios al día de hoy.

Para la Semana de la Moda, que culmina este miércoles 13 de spetiembre, su objetivo es imponer la presencia de sus modelos en la mayor cantidad posible de desfiles.

A largo plazo, espera ver a sus modelos comprometidas en campañas publicitarias que expongan “la belleza” de sus cuerpos metamorfoseados.

Una meta que comparte con Dusty Rose es “ser un día un ángel de Victoria’s Secret”, las modelos de la célebre marca de lencería sexy.

Con AFP