La historia la reveló Róbinson, ‘sin cohibiciones’, en la reciente edición especial de Vea, y está relacionada con dos malas experiencias que tuvo haciendo en escenas con equinos, que no resultaron del todo bien debido a que estos animales no se adaptan fácil a los ‘set’ de grabación y al exceso de gente en los mismos.

Sufro mucho cuando se graba con caballos porque ellos se asustan con tanta gente en grabación. Ya me ha pasado dos veces; una fue en ‘Tiro de gracia’. Ahí, me montaron en un percherón, un animal inmenso de raza muy fina, que vio una yegua, se enloqueció y me mandó para la porra. Otra vez fue en ‘Bolívar soy yo’, cuando hicimos el desfile del 20 de Julio, no se sabía quién estaba más nervioso, si yo o el animal. Un caballo nervioso es incontrolable y uno encima, eso es una tragedia”, explicó el actor.

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En su entrevista con la revista, Róbinson también habló de otros miedos que tiene en escena, pero que no le han impedido seguir ejerciendo su carrera actoral.

Uno de esos es el pavor que le tiene a los fantasmas. Aún así, actualmente, está protagonizando la obra de teatro ‘La dama de negro’, donde el eje central es el terror y ha tenido que vivir historias paranormales imaginarias y también reales, como cuando en el escenario vio a alguien que no era parte del elenco, contó el actor al medio.

“No podría decir que se me apareció ‘La dama de negro’, porque no me gusta cañar, pero sí sentí una cosa ahí. Y es que la adrenalina que se maneja en la obra, y con la oscuridad, uno se alcanza a cabrear”, dijo Róbinson a Vea.