El hecho ocurrió en su concierto en Manchester el domingo 23 de octubre, donde se presentaba como parte de la gira ‘Purpose World Tour’. En una de las pausas que hizo para hablar con el público, comenzó a reflexionar sobre el propósito de las personas en el mundo, y el suyo en esta vida, y al verse interrumpido por los incesantes gritos de su audiencia decidió soltar el micrófono e ir tras escena.

El cantante canadiense de 22 años regresó minutos después y se justificó con sus fanáticos diciendo:

No estoy seguro por qué vinieron esta noche. Espero que para disfrutar mi compañía, así como para dejarme disfrutar de la de ustedes. Pero yo quiero conectarme con ustedes. El punto de lo de no gritar es que cuando estoy mirándolos a los ojos, ustedes saben que estamos realmente teniendo un momento y haciendo conexión.”

La respuesta a sus palabras fueron más gritos, así que la joven estrella entendió que lo mejor era volver a cantar y dejar la charla para otro día.

Hace tan solo una semana, Bieber había dicho a sus seguidores en otro concierto en Inglaterra que sus “gritería” a todo pulmón era desagradable.

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