Y no precisamente como actor en una de sus películas, sino como el editor de su página web vivaesperanza.

En un relato ciudadano, publicado por el portal Las2Orillas, Enrique Trebilcock narra la historia que vivió, tal vez, por “haber sido tan confiado”.

Aclarando que no se trató en ningún momento de una estafa por parte de la actriz de cine para adultos, cuenta cómo se encargó de los contenidos del sitio de Esperanza durante seis meses, mientras esperaba un pago que nunca llegó, por parte del entonces mánager de la reina del porno en Colombia.

“… es cierto que yo escribía todo lo que se publicaba en su página vivaesperanza, que le manejé su fanpage de Facebook y que también aportaba ideas para la cuenta de Instagram. Ese fue mi trabajo por seis meses. Desde enero de 2016 hasta junio del mismo año. De todo eso no vi un solo centavo”, se lee en su artículo.

El entonces mánager le avisó a Enrique que su pago no sería posible sino hasta dentro de tres meses, pues antes era necesario que el portal comenzara a moverse y generar ingresos.

El lanzamiento de la página web se pospuso varias veces, sin embargo, en marzo de 2016 por fin salió al aire. El tiempo pasó y Enrique seguía sin ver movimientos en su cuenta bancaria, pero muy concentrado en “lo que creía que le iba a dar de comer”.

Todo cambió en abril cuando el mánager le pidió que pasara un ‘voz a voz’ que hablara sobre el posible retiro de Esperanza del porno, con el objetivo de promocionar la primera película en vivo de la actriz.

Enrique contactó a 90 periodistas para que lo ayudaran a regar el rumor, que más adelante se convirtió en un chisme ‘bomba’. Sin embargo, a Esperanza eso no le gustó para nada. Ni siquiera tenía conocimiento de la estrategia, pues todo se había planeado a sus espaldas.

Esperanza dio entrevistas para varios medios y desmintió el rumor y aseguró (de manera equivocada) que no conocía a nadie con el nombre de Enrique Trebilcock.

Días después, Enrique recibió un correo que lo hizo darse cuenta de que no iba a llegar a ningún lado.

“El mail, que fue enviado al manager y a mí, decía que estaba aburrida de trabajar con él, que no quería seguir haciéndolo más. Entre muchos detalles que no me correspondía saber y de los cuales tampoco voy a hablar, el que más me llamó la atención fue que ella le había dado 10.000 dólares para el montaje de la página en la que yo y otras personas estábamos trabajando gratis, y que se había montado sin pagar un centavo. Según me dijo después él, fue que se los gastó en “relaciones públicas” para su trabajo como manager de Esperanza, que de todos modos tenía que pagarlo porque fue en calidad de préstamo”.

Por temor a que no le pagaran nada por su trabajo, siguió trabajando para el portal. El mánager recibió una segunda oportunidad, sin embargo, poco tiempo después fue despedido y ahí fue cuando Enrique se dio cuenta de que no iba a recibir ni un centavo.

“A finales de junio le envíe un mail agradeciéndole el que me mandó en abril porque gracias a eso pude adelantarme a los hechos y reaccionar oportunamente. Le dije también que no tenía nada en contra de ella, que no me debía nada, que fue un error mío haber aceptado las condiciones que me puso el mánager y haber sido tan confiado. No recibí respuesta pero supe que lo leyó. Desde entonces perdí cualquier contacto con ella”.

Al final de todo el drama, lo único que le interesaba a Enrique en ese entonces era reorganizar su vida y encontrar un trabajo de verdad. “Nunca supe en qué paró el problema de Esperanza con su antiguo manager porque tampoco me interesó. Desde mediados del 2016 no volví a saber más nada de ellos”, escribió al final de su relato.

La historia de Enrique Trebilcock fue compartida en un espacio de expresión libre de Las 2 Orillas y no representa los puntos de vista de los autores ni del portal.

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