Sus declaraciones, entregadas en una entrevista a The Hollywood Reporter, causaron revuelo porque se producen pocos días después de que fuera asesinado en ese país Carlos Muñoz Portal, responsable de buscar locaciones para rodar la cuarta temporada de la serie, que contará la historia de los narcos en México.

Pero entre los cambios que plantea Roberto escobar, hoy de 71 años, está el de que Netflix debe “proveer sicarios a su gente como seguridad”.

Esa fue una parte de la respuesta a la pregunta sobre qué medidas de seguridad adicionales podrían tomarse para proteger al personal de ‘Narcos’ a la luz de su experiencia como antiguo jefe de sicarios de su hermano.

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La otra parte, después de contar la anécdota de un escape con el entonces capo del cartel de Medellín, fue: “Tienes que eliminar todas las amenazas. […] Si tienes el intelecto, no necesitas usar armas”.

Más adelante, a la pregunta de si Colombia y México son lugares “demasiado” peligrosos para que Hollywood haga sus rodajes, contestó: “No quiero que Netflix o cualquier otra compañía de producción ruede en Medellín o Colombia películas relacionadas con mi hermano Pablo sin la autorización de Escobar Inc. Es muy peligroso. Especialmente sin nuestro consentimiento. Este es mi país”.

Escobar Inc. es una compañía creada en California (Estados Unidos) por Roberto Escobar para registrar sus derechos. A través de esa firma demandó a Netflix el año pasado y le exige el pago de mil millones de dólares por el uso de la historia de su hermano sin el permiso de la familia.

Preguntado sobre ese tema, Roberto Escobar respondió que Netflix “tiene miedo” y que las dos partes están en conversaciones a través de los abogados Browne George Ross LLP para obtener el pago. “Si no lo recibimos, cerraremos su pequeño espectáculo”.

“Usted ve, poseemos todas las marcas registradas a todos nuestros nombres y también para la marca de Narcos. No juego con estas personas en Silicon Valley. Tienen sus teléfonos y productos agradables. Pero no conocen la vida y nunca se atreverían a sobrevivir en la selva de Medellín o Colombia. Ya lo he hecho”, remató Roberto Escobar. “Sus madres debían haberlos dejado en el útero. Eso es lo que le decimos a la gente de este tipo si viene a Colombia”.