María Antonia García, como se llama la periodista, publicó varios trinos en los que atacaba al cantante vallenato por ser hijo de Diomedes Díaz, quien estuvo involucrado en la muerte de Doris Adriana Niño, hace ya casi 20 años.

“Qué falta de todo, llorando la muerte del hijo de un asesino. Colombia está en el séptimo círculo del infierno de los valores morales”, dijo en su cuenta en Twitter.

García atribuyó su trino a una “reacción emocional”.

No fue mi intención hacer un ataque personal, ni ofender a nadie. Honestamente, ese tuit salió porque yo, en ese momento, cuando leí que había muerto Martín Elías, recordé todo el tema de Doris Adriana Niño… él (Martín Elías) no tiene por qué pagar por los delitos o las acciones que haya cometido su padre”, dijo a La W.

Sin embargo, la explicación que dio García perdió credibilidad y sinceridad cuando los periodistas de la emisora le recordaron que no fue el único trino emocional que publicó sobre Martín Elías y su nexo de sangre con Diomedes Díaz, y otros tuits contra personajes como Álvaro Uribe. También perdió credibilidad porque en otras oportunidades en las que, supuestamente, pidió disculpas enfatizó más en lo “poco oportuno” que había sido hablar de Diomedes Díaz (“no era el momento de hablar de eso”).

“Nunca sentiré empatía por un asesino ni su parentela. Solo lo haré por las víctimas y los oprimidos. En Colombia somos expertos en endiosar a los asesinos y en acosar a las víctimas. Nunca seguiré ese juego macabro”, es uno de los trinos que le citan a la periodista, a lo que responde que efectivamente es un tema que debe trabajar.

Es cierto. A mí me cuesta empatizar con una familia que tiene a un miembro que ha cometido delitos. Tiene que ser una cosa que yo tengo que corregir”.

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García se abstuvo de responder sobre muchos otros tuits en los que, por ejemplo, señalaba a Uribe de “genocida”, pues para ella son temas que no tienen relación, a pesar de que denuncia la calumnia e injuria de la que es víctima en este momento en contra de su familia.

Julio Sánchez le leyó varios trinos sobre el senador Álvaro Uribe:

“Normal que un genocida que entró al Congreso a punta de descuartizar a miles de inocentes considere escandaloso recibir el Nobel de Paz”.

“Aburridísima una serie de Agatha Christie sobre Álvaro Uribe, porque ya sabríamos desde la primera línea quién es el asesino. Y sí, el asesino era Álvaro Uribe.”

Al ser interrogada por ellos, María Antonia García solo respondió con evasivas y aseguró: “No veo qué relevancia tenga este tema en la entrevista para la que ustedes me convocaron”.

Luego dijo que “tendría que verificar esa información… si quiere podemos hablar después de esto, porque honestamente no lo recuerdo”.

Difícilmente alguien hace este tipo de afirmaciones y no se acuerda.

A pesar de que García no ve relación entre sus trinos contra Uribe y los trinos contra Martín Elías, estos, como se dijo inicialmente, prueban la existencia de un discurso consistente de odio, intolerancia (“ácido y ofensivo”, como dijo la periodista Camila Zuluaga) y agresiones en su cuenta. Asimismo, muestran una contradicción entre ellos y su aseveración de que solo trina cosas que pueda sustentar y de las cuales hay pruebas, y que “ha manejado su cuenta con el mayor sentido ético posible”. “Siempre he tratado de ser respetuosa en las redes sociales”, dijo.

Pero la más grande contradicción en la que incurrió García fue en quejarse de las amenazas, el matoneo, la injuria y la calumnia de las que ha sido víctima por cuenta de sus trinos contra Martín Elías, porque señalaron a su padre de estar relacionado con el M-19 y de ser asesino de su primera esposa.

“Eso es una falsedad y lo que están haciendo las personas que han… (inaudible) ese tema es injuriar, calumniar y dañar el buen nombre mío y de mi familia”, dijo.

Sin pretender justificar los ataques y matoneo en su contra, García no se da cuenta de que ha sometido a otros al mismo tratamiento en su cuenta de Twitter: con afirmaciones injuriosas, calumniosas, como se lo recordó el periodista Julio Sánchez.

Al final, llama también la atención cómo en repetidas ocasiones miembros de la mesa de La W la invitan a hacer una reflexión sobre el uso de redes y lo sensibles que son las opiniones, especialmente, de los periodistas, y ella responde retomando lo que ha dicho antes, hasta que, por fin, y sin reconocer en primera persona su error, asegura que “hay que lanzar un mensaje y alertar sobre lo que está pasando porque la discrepancia o los errores que se puedan cometer en las redes sociales nunca pueden ser justificación para acosar sistemáticamente a otra persona y amenazarla de muerte… queda una reflexión sobre cómo estamos abordando la discrepancia y el respeto en nuestras redes sociales, porque es un reflejo de lo que pasa en nuestra sociedad”.

Nota: a la versión inicial de este artículo

La entrevista completa se puede escuchar a continuación:

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