Recordó las serenatas que daba cuando estaba más joven y en compañía de sus amigos. Sin embargo, reconoció que le pasaron varias cosas en uno de esos intentos por tratar de quedar bien con sus conquistas.

La que más recuerda, con tristeza, es una que dio en el barrio Panamá, en Urumita. Se puso de acuerdo con sus amigos y varios de ellos dieron serenatas a sus novias; el último turno fue para Silvestre.

“Llegamos, yo llegué súper feliz, contento, ponle tipo 1:30 de la mañana a dar la serenata. Y cante, y cante, tercera canción, cuarta canción… cuando (de pronto) la muchacha venía en un taxi bajándose de rumbear. Y yo con esa tristeza, pobrecito, me comenzaron a partir el corazón desde chiquito. Figúrese”, relató el cantante a ‘Suso’.

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En esa misma entrevista, Silvestre recordó que por las primeras canciones que interpretó, cuando era un niño, no le pagaron plata, sino que le daban empanadas en su pueblo.

Además, contó a ‘Suso’ que sus padres se separaron cuando él era un joven. Y reconoció que no quiso estudiar, pese a que alcanzó a ingresar a la universidad, porque lo suyo era el vallenato.

“Mi papá, no sé cómo hizo, buscó la plata prestada para meterme a la universidad (…) y lo triste y doloroso es que ellos reunieron el dinero, y a los 15 días me retiré, no fui más. Entonces la plata se pierde, hubo llanto en la familia”, recordó.

En ese momento, dijo, se fue de la casa y unos años después, regresó a su casa con un contrato firmado y con luces de lo que sería su exitosa carrera musical.

‘Suso’ también puso a Silvestre a hablar ‘inglés urumitero’, y las risas no se hicieron esperar.

Esta es la parte de la entrevista en la que Silvestre cuenta la anécdota de su triste serenata.

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