Los invitó a protagonizar la cinta llamada ‘Una casa por cárcel’, sin contarle a cada uno con quién compartiría libreto.

“Quería que fueran ellos porque son amigos, y a mí me gusta trabajar con mis amigos; segundo porque son grandes actores; y tercero porque ellos son divorciados. Yo quería una pareja de divorciados en la vida real porque sé que me iban a dar actoralmente lo que yo quería”, explicó Bolívar al programa La Red, del Canal Caracol.

La película narra la historia de un matrimonio que se acaba y juntos terminan odiándose, muy parecido a lo que pasó con Gregorio y Marcela, que estuvieron casados por más de 6 años y tuvieron un hijo, pero ahora no se pueden ver ni en pintura.

Así narró el libretista cómo fue el momento en que la pareja se volvió a encontrar:

“Toco engañarlos. Entonces le dije ‘vea Marcelita tengo este guion y quiero que tú seas la protagonista'”, relató el libretista.

Enseguida, cuenta, “los cité en Girardot para empezar grabaciones, y la sorpresa cuando se ven de frente… me dice Marcela: ‘Y qué hace Gregorio acá’; y le dije: ‘él es tu pareja’”.

Tras esto, dice, se le armó “la gorda”, literalmente. Por poco se daña todo y el problema sería grande porque ya tenía el resto de los actores; sin embargo, pudo convencer a Marcela, que era la más renuente frente al tema.

“Dijo que ella no quería trabajar con él, no quería estar”, relató Bolívar.

Finalmente, logró la participación de la actriz en la película, pero modificando el contrato con unas cláusulas que ella misma exigió y que decían lo siguiente:

“Gregorio no me puede tocar, no me puede hablar cosas que no son de la grabación, Gregorio no puede salir a hablar de esto que hagamos acá a ningún medio, no puede nombrarme”.

El actor, por su parte, estuvo más tranquilo y solo le dijo al libretista que debió contarle “al menos para prepararse”.

“Valió la pena el invento, el engaño, la mentira que le metí porque esa pareja funcionó perfecto”, concluyó Bolívar a ese mismo programa de chismes.

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