Una voz que ha sido analizada hasta por científicos para descifrar su genialidad, un estilo único e irreverente y un icono que pasó a la historia hacen del vocalista de Queen una leyenda.

El cantante británico murió el 24 de noviembre de 1991, en Londres, a causa de una bronconeumonía que se complicó por el sida que padecía.

LO ÚLTIMO