La versión número 22 de esta tradicional presentación estuvo encabezada por un vehículo francés De Dion Bouton de 1900, primer automóvil de motor que llegó a Colombia y que inspiró el lema del desfile de este año: “Tras las huellas del De Dion Bouton”.

“Estamos orgullosos del museo itinerante que recorrió las calles de Medellín; es un privilegio porque en muchos países estos carros no podrían rodar, son piezas estáticas”, dijo a la agencia EFE el director del evento y del Museo del Transporte, Carlos Andrés Tisnés.

Tisnés aseguró que para esta versión cumplieron un “sueño dorado” al tener rodando de nuevo en Medellín un De Dion Bouton, “exactamente igual” al primer carro que llegó a Colombia en 1899, que hallaron en Hamburgo después de varios años de búsqueda.

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Se trata de un vehículo que puede alcanzar 25 kilómetros de velocidad, y que resultó todo un desafío en el desfile para su conductor, Arturo Vayda, que explicó que el dueño anterior le hizo en Alemania un curso de inducción para participar en la tradicional carrera anual de autos antiguos “London to Brighton”.

“Es un logro muy grande tener la pieza más importante de la movilidad en Colombia”, sostuvo Vayda, para quien fue “extraño conducirlo” porque carece de volante y debe ser controlado con una especie de palanca giratoria.

El desfile lo abrieron tres carrozas de 1870 tiradas por caballos percherones con la intención, según los organizadores, de “mostrar la historia de la movilidad colombiana”. desde sus inicios.

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Para ello contaron con carros de carreras de los años veinte, muestra de los automóviles pioneros del principios de siglo XX, una “joya” como el Austin Seven 1930 y algunas limusinas fúnebres.

Los 300 autos de colección que participaron en la exhibición fueron repartidos en seis categorías: vehículos antiguos, vehículos clásicos, vehículos Street Rod, vehículos Hot Rod, vehículos de ensamble o producción nacional y Jeep militares y Volkswagen.

Entre ellos, realzados por el vestuario de sus tripulantes acorde al año en el que circuló el automóvil, sobresalió un Overland de 1927 con rines de madera, hecho en magneto y sin bombas de agua, gasolina o aceite.

“Es una pieza totalmente original”, dijo el coleccionista Herman Gutiérrez, quien además rodó en el desfile un Ford de 1924 y un Volkswagen 1971, vehículos que mantiene con “puro amor y dedicación”.

“Esta es una fiesta para el público, y para los aficionados a los carros clásicos es el mejor día del año”, expresó Gutiérrez.

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El desfile, que incluyó también camiones de bomberos de 1928, 1946 y 1966, es considerado uno de los más importantes de su tipo en Suramérica y fue registrado por History Channel en una edición anterior.

La edición número 60 de la Feria de las flores, iniciada el pasado 28 de julio con la expectativa de recibir a más 26.000 visitantes, se extenderá hasta este lunes 7 de agosto con el tradicional desfile de silleteros que este año celebra seis décadas de una tradición reconocida en 2015 como patrimonio cultural inmaterial de la nación.

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