De acuerdo con el portal TMZ, la emblemática princesa Leia estuvo sin pulso durante más de 10 minutos en un vuelo entre Londres y Los Ángeles.

Si no hubiera sido por la ayuda de dos personas, entre ellas una enfermera que “trabajó como loca” por mantenerla con vida, la familia no hubiera podido despedirse de Carrie, que murió el pasado 27 de diciembre de 2016, cuatro días después de sufrir el paro cardiaco.

La familia quiere ahora agradecerles por su valiente esfuerzo y por preservar la vida de la actriz.

Lastimosamente, la madre de Carrie, Debbie Reynolds, colapsó por la noticia de la muerte de su hija y falleció un día después.

Debbie Reynolds y Carrie Fisher
Debbie Reynolds y Carrie Fisher / Getty Images

 

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