A sus 61 años confesó la experiencia que vivió al lado de su mujer hace 28 años, cuando estaban de viaje por su luna de miel.

“Mi hermosa esposa Robin y yo, que recientemente celebramos nuestro aniversario número 28, estábamos en Europa por nuestra luna de miel y una parte del viaje era ir de Suiza a Italia”, comenzó narrando el reconocido actor.

“En vez de ir sobre los Alpes, tomamos el tren”, añadió, y luego explicó que se trataba de un tren en el que iban en su carro, con una van llena de niños delante y dos autos más con un par de parejas detrás de ellos.

“El agente de viajes dijo: ‘Por cierto, el tercer túnel tiene 50 minutos de duración. Es tradicional para los recién casados ​​aprovechar ese momento’… así que dije ‘capisce’ (entiendo)”, contó entre risas.

El artículo continúa abajo

Bryan convenció, efectivamente, a su esposa de ponerse cariñosos en el tercer túnel, y “cuando estábamos disfrutando hacer el amor (risas), después de un corto periodo de tiempo, comencé a ver las facciones de la cara de mi hermosa esposa, y pienso ‘mis ojos se están aclimatando a esto (la oscuridad). En cuestión de segundos, ¡zaz!, estamos en plena luz del día”.

Lo peor fue cuando se dieron cuenta que mientras un italiano que iba en otro carro lo alentaba, en la van de enfrente una abuela gritaba a los niños que giraban sus cabezas para mirar la escena ‘no, no, no’. “Y ella (la señora) me da la mirada como ‘¡tú!… ¿cómo? ¡NO!’… y yo solo gritaba ‘nos dijeron 50 minutos’”, expresó Cranston entre carcajadas.

Al final, su esposa simplemente le dijo “suéltame”.