En la vivienda del acordeonero, en general, sobresalen los colores blanco, negro y café. En la sala, los muebles, el comedor y las sillas son de esas tonalidades. Allí mismo hay un balcón amplio.

En su habitación, De la Espriella tiene una cama grande, que comparte con su esposa, Dolly Caliz, un televisor, un acordeón y otros objetos. Además, el dormitorio cuenta con un baño con tina y un balcón privado.

Igualmente, el músico posee un vestier inmenso, donde guarda cientos de prendas de vestir y zapatos.

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Disfruto muchísimo el tratar de vestir bien, de mantenerme a la moda. Le invierto dinero, parte de mi trabajo”, le dijo al presentador Carlos Vargas.

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Los cuartos de sus hijos, Salvatore y Manuela, son un poco más coloridos. El menor es hincha del Real Madrid, por lo que usa un cubrelecho del equipo en su cama, y decora el lugar con cosas relacionadas al deporte y juguetes.

En cambio, a la niña, al parecer, le encanta el color rosado, pues es el tono predilecto de su habitación, donde acomoda, ordenadamente,una gran cantidad de juguetes y peluches.

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En el apartamento, cuyos pisos se conectan mediante una escalera en forma de caracol, hay otro dormitorio con dos camas, en el que está la ropa talla XL que De la Espriella regalará, debido a que ya no le queda porque bajó de peso.

Ahí está la ropa, las últimas esquirlas de las XL“, le explicó a Vargas.

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La cocina del hogar es extensa, con puertas amarillas y rojas. En la nevera no hay muchos alimentos, pues la familia viajará pronto.

“La cocina ya está en las últimas porque nos vamos para Valledupar“, contó el artista.

Asimismo, el intérprete tiene una sala de estar, donde se ejercita en la elíptica.

“Desde que me veo delgado me he motivado mucho (a hacer ejercicio)”, aseguró.

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Durante la visita del presentador a su vivienda, De la Espriella resaltó que le gusta coleccionar acordeones:

“Además de ser mi profesión, compro y compro acordeones. En total, con los que utilizo en presentación, (tengo) como 23 acordeones“.

 

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