De acuerdo con La Red, el lío comenzó cuando Francisco Manzanera Tamayo, a quien Julio conoció en su academia de actuación, le presentó a Rafael Santamaría. Ellos querían formar una sociedad con el cantante para trabajar en un nuevo disco en homenaje a Miguel Morales, padre del fallecido Kaleth Morales.
Manzanera lo convenció de que Santamaría era millonario y Julio resultó viviendo en Medellín, específicamente en la casa de ese supuesto empresario. Aunque no se había firmado un contrato, se empezó a poner dinero en los ensayos y las entrevistas del cantante, agregó el programa.
Después de dos meses en esa situación y de que no le salieran presentaciones al cantante, Manzanera y Santamaría le dieron un contrato de representación artística que, según Julio, su abogado le dijo que no firmara.
Manzanera señaló a La Red que en un inicio se habían acordado los siguientes porcentajes sobre las ganancias del negocio: 30% para él, 35% para Julio y otro 35% para el supuesto millonario. Sin embargo, poco después se modificaron porque se habría pactado que el contrato solo lo firmarían Julio y Santamaría. Este último, supuestamente, les iba a pagar a Manzanera y al nuevo socio.
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“En este contrato ellos me querían quitar el 65% de las cosas que yo hiciera”, manifestó Julio al programa y añadió que también querían que él “perdiera el derecho total” de las canciones que había compuesto anteriormente y de las que escribiera en un futuro.
Manzanera, por su parte, indicó que el cantante estaba enterado a la perfección del negocio, así que calificó lo dicho por Julio como un “pretexto”.
Julio agregó que como él no quiso firmar el contrato los empresarios le “hicieron firmar una letra de cambio” en la que decía que él debía pagarles todo lo que ellos ya habían invertido. A pesar de ello, eso es lo que menos le importa al cantante:
“El miedo que yo tengo es que ahora a mi me están haciendo amenazas por Instagram y yo sé que son ellos”.
En esto no coincide Manzanera, pues, según él, la letra de cambio indica una fecha límite para que Julio pague la plata:
“Digamos que alguien fuera a hacer una amenaza: yo hago una amenaza cuando se cumplen los términos de la letra, ¿no? Si la letra tiene 3 meses [de plazo], ¿para qué voy a amenazar a alguien antes de 3 meses?”.
Después de todo lo ocurrido, Julio puso una demanda por constreñimiento ilegal. Además, investigó a Santamaría en la Fiscalía y “resulta que este señor tiene varias demandas pasadas por hurto, por golpear mujeres, por ser un ladrón y un estafador”, manifestó el artista al programa.
Asimismo, señaló que en el contrato que le querían hacer firmar, Manzanera puso un número de cédula que no era de él: después de indagar, Julio se dio cuenta de que le pertenecía a un ciudadano venezolano.
En opinión de Manzanera, esto “es una disculpa de Julio para salirse del tema”.
La Red logró hacer contacto vía telefónica con Santamaría y el hombre manifestó que solo quiso ayudar a Julio Meza y que el cantante fue quien le pidió ayuda. De igual manera, negó cualquier tipo de investigación en su contra por parte de la Fiscalía.
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