En el lugar se encargan de todos sus cuidados, tiene una habitación amplia y solo debe preocuparse por pagar por su estadía, aseguró al programa ‘La Red’, del Canal Caracol.

Medina es recordado en el país por sus papeles en ‘Cascabel’ (1985), ‘La viuda de Blanco’ (1996), ‘El pasado no perdona’ (2005), entre otros.

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Su nivel de independencia y su pasión por la actuación fue tal, que no tuvo tiempo para pensar en casarse o tener hijos, por lo que varios lo catalogaron como homosexual. “Tuve amistades, muy bonitas, amigas, pero casarme, ni por el diablo”, expresó.

Desde muy joven supo que quería convertirse en actor, sin embargo, su padre no apoyaba su decisión y por eso entró a estudiar derecho en la Universidad Javeriana, donde solo estuvo un semestre.

En 1954 se fue a Estados Unidos para cumplir su sueño. “Estaba loco, creo yo, porque me fui con 200 pesos, que eran 200 dólares y no hablaba inglés. Cuando llegué allá (escuela de actuación), sin hablar inglés, entré y la directora de admisiones no me entendía, pero hizo llamar a un muchacho puertorriqueño y él me tradujo. ‘Mire, chico, dice la señora que te enviamos una carta que decía que no te vinieras porque no hablas inglés’. Era el destino; la carta no me llegó”.

Sin embargo, convenció a todos de sus ganas de estudiar en la academia y logró quedarse, pero su padre ya no le ayudaría a seguir pagando sus estudios y por eso tuvo que ingeniárselas para conseguir el dinero, por lo que tuvo que barrer pisos y dedicarse a repartir donas.

Finalmente, en 1965 obtuvo su primer trabajo como actor de televisión. “Se llamaba ‘Gunsmoke’, que era un programa de vaqueros muy famoso en esa época. En mi primer capítulo fui un indiecito mexicano, chiquito”.

Luego de hacerse un lugar en la televisión de Estados Unidos, recibió una oferta para trabajar en Colombia, donde le llovieron las propuestas y finalmente se radicó. “Todavía soy actor y hasta que me muera seré actor”, finalizó.

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